jueves. 28.03.2024

La protección de los consumidores y las nuevas guías de las Naciones Unidas

Por Altagracia Paulino U. | Por iniciativa de la Conferencia de las Naciones Unidas Sobre Comercio y Desarrollo -UNCTAD- está en la agenda de las agencias de protección al Consumidor de los gobiernos la revisión de las directrices de la ONU sobre Protección de los Derechos de los consumidores.

Por iniciativa de la Conferencia de las Naciones Unidas Sobre Comercio y Desarrollo-UNCTAD- está en la agenda de las agencias de protección al Consumidor de los gobiernos la revisión de las directrices de la  ONU sobre Protección de los Derechos de los consumidores.

La idea de la revisión tiene como propósito la incorporación de los nuevos temas que  impactan en la relación de los ciudadanos con el mercado, tales como el comercio electrónico, los servicios financieros, solo por mencionar los dos temas que han fluido en los eventos que ha auspiciado la UNCTAD con miras a la búsqueda del consenso para perfilar las directrices que habrán de ser refrendadas en el 2015.

En julio de este año, en la reunión celebrada en Ginebra, surgieron numerosas propuestas para que otros temas fueran incluidos en las guías  tales como la protección de los datos personales, una visión nueva sobre los contratos unilaterales, que se establezca un organismo en la ONU para los asuntos del consumidor entre otras iniciativas.

El documento acordado en esta reunión será revisado en septiembre, pero, en el evento de julio quedaron bastante avanzado los dos temas iniciales como los servicios financieros y el comercio electrónico.

La discusión de estos temas y otros que pudieran surgir, es una excelente oportunidad para que en esas guías que son revisadas cada diez años, pudieran ser incorporados temas con miras  hacia el futuro ya que los avances motorizados por la revolución tecnológica han acelerado el proceso de decidir sobre las nuevas reglas de convivencia que habrán de establecerse por el nuevo tipo de relación que imponen las circunstancias entre los seres humanos.

Las actuales directrices de la ONU sobre la protección de los consumidores han servido para que en muchos países existan legislaciones fundamentadas en ellas, lo que ha propiciado un cambio notorio desde las perspectivas de los gobiernos referidos a la relación entre consumidores y proveedores.

LA LIBERALIZACION DE LOS MERCADOS

Una mirada al llamado proceso de liberación de los mercados o más bien, al nuevo orden económico mundial, propició la desaparición de los controles de precios para dar paso a la ley de oferta y demanda. Esta nueva forma favoreció al comercio y a los proveedores en general, y los consumidores quedaron a merced de la retorica expresada en las leyes de competencia y de protección de los derechos de los consumidores.

Estas leyes que en definitiva deberían favorecer a los ciudadanos en su relación con el mercado-los consumidores-tienen una aplicación débil en la mayoría de los países en desarrollo, donde las concentraciones, los monopolios, los oligopolios y el poder económico en general se imponen en franca violación a las mismas.

La asimetría de la información es totalmente desfavorable al consumidor y aunque existen normas como la ISO 26000 de Responsabilidad Social Corporativa, no existe la información veraz y suficiente que debe ofrecer el proveedor de bienes y servicios  al ciudadano.

Ante esta realidad, es importante que en las nuevas guías de la ONU sobre protección al consumidor, cabe la propuesta de que la defensa de los consumidores debe figurar en el primer plano en la elaboración de las políticas públicas de los gobiernos.

De la decisión de asumirlo como políticas públicas, incluyendo las leyes en las constituciones de cada país, la administración haría un mejor papel en beneficio de sus ciudadanos.

Hay que recordar que los derechos del consumidor son derechos humanos, donde están en juego los intereses económicos de los ciudadanos y otros derechos transversales como el derecho a la salud, a la educación, a la alimentación, a un medio ambiente sostenible, el acceso al agua y en general a la satisfacción de las necesidades básicas de las poblaciones más vulnerables en aquellos países donde el índice de pobreza se convierte en una afrenta  para un mundo donde solo “el 1% de la población disfruta de las mejores viviendas, la mejor educación, los mejores médicos y el mejor nivel de vida, pero hay una cosa que el dinero no puede comprar: la comprensión de que su destino está ligado a cómo vive el otro 99%. A lo largo de la historia esto es algo que esa minoría solo ha logrado entender…cuando ya era demasiado tarde” (Joseph E. Stiglitz)

Esta cita del premio nobel de economía del año 2001, es para reflexionar en torno a si seguir con el esquema o debemos cambiarlo. (De esto prometemos hablar en la próxima entrega).


Altagracia Paulino U. | Periodista y abogada, con Máster en Derecho Internacional y Diplomático y en Derecho administrativo del Estado. Es Directora Ejecutiva de PRO CONSUMIDOR, la agencia oficial de defensa al consumidor en la Republica Dominicana

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