viernes. 19.04.2024
luz

Un buen aislamiento térmico puede reducir la factura energética en un 50%

¿Quién no ha sido alguna vez víctima de la típica ventana por la que se filtra el frío en invierno o las molestas humedades? Problemas muy comunes y variados que tienen un desencadenante común: la falta de aislamiento adecuado. Aunque a priori pueda parecer un tema de escasa relevancia, lo cierto es que disfrutar de una vivienda bien aislada no sólo incide en el confort de nuestra vida más cotidiana, sino también en el bolsillo. Por ello, Danosa, especialista en soluciones integrales para la construcción sostenible, ofrece con la llegada del otoño una serie de consejos para sacar el máximo partido a la energía dentro del hogar.

Pon aislamiento en tu vida

En España, más de la mitad de los edificios no cuenta con la protección térmica adecuada y muchos se preguntarán ¿es un problema tan grave? Para conocer la respuesta basta con conocer unos datos. Por un lado, las viviendas españolas consumen alrededor de un 40% de la energía total del país a la par que importamos en torno al 80% de esta energía. Dicho de otro modo, la energía nos sale cara. Por ello, la falta de aislamiento de los edificios provoca que necesitemos consumir más energía de la necesaria, rascándonos el bolsillo más de la cuenta.

De hecho, la diferencia puede ser sustancial. En aquellos edificios que ya han cumplido su vigésimo aniversario, una rehabilitación térmica, según datos de Inarquia, puede suponer un ahorro energético de hasta un 50% o dicho de otro modo, más de 400 euros por año y vivienda.

Ahorrarás más de lo que inviertes

Si hay algo tedioso en una casa son las obras. No sólo por la incomodidad que supone para el desarrollo normal de la vida, sino por el dinero a desembolsar. No obstante, como bien recoge el refranero popular “lo barato sale caro” y las dilataciones en el tiempo de las reformas en el hogar suelen terminar siendo un verdadero problema.

En este sentido, el aislamiento del edificio o de la vivienda es una de las soluciones más efectivas, principalmente, teniendo en cuenta la escalada del precio de la energía, mientras que el coste de los materiales y la instalación que se dedican al aislamiento ha decrecido. Esta situación ha demostrado que por cada euro que se invierte en el aislamiento del inmueble, se produce un retorno de unos 7 euros gracias al ahorro de energía, según datos de Aipex.

¡Ojo con la temperatura!

Normalmente, una temperatura confortable oscila entre los 19º y 21ºC, si bien es cierto que se trata de un asunto un tanto subjetivo, ya que el confort personal está revestido de connotaciones muy personales. Ahora bien, tanto si tu temperatura ideal son 21º como 15º está demostrado que por cada grado que se aumenta, el consumo de energía crece alrededor de un 7%. Un buen aislamiento evitará fugas de calor y, por tanto, tener que “jugar” menos con el termostato para sentirte cómodo en casa.

Ventilar sí, perder dinero no

Muchas personas encuentran muy placentera la hora de abrir las ventanas para permitir que se renueve el aire y que la casa respire. Pero ese placer puede convertirse en una pérdida de dinero. En circunstancias normales, una habitación apenas necesita 10 minutos para renovar el aire, pero una vez echamos el cierre, no tenemos la garantía de contar con una casa completamente hermética.

Precisamente, los huecos de las puertas y las ventanas son unos de los principales responsables de las pérdidas energéticas en un hogar, aproximadamente un 20%. Unas ventanas mal aisladas provocan que en invierno la estancia se enfríe más rápidamente y en verano se caliente más, lo que nos puede llevar a sorpresas no deseadas en la factura eléctrica.

Distintos focos, misma solución

Las ventanas no son la única vía de escape de la energía y, por ende, de nuestro dinero. Otros de los causantes de este problema son el tejado (30%), los muros (25%) o los suelos (2%). Y para todos ellos la solución es la misma: un aislamiento correcto. Pese a lo farragoso que pueda parecer, apenas una capa de 1 centímetro de poliestireno extruido tiene la misma capacidad aislante que un muro de piedra de 82 centímetros de espesor. Es más, una pequeña mejora puede suponer un gran cambio, ya que se pueden conseguir ahorros de hasta el 30% en calefacción y aire acondicionado.

Cómo ahorrar hasta 400 euros en casa gracias a la eficiencia energética