jueves. 28.03.2024
creatividad

Algunas historias personales nos sugieren que hay personas que siguen siendo o incluso se vuelven más creativas a medida que envejecen. Sin embargo, los creativos tardíos se enfrentan a veces a muchos prejuicios hacia ellos. Nos aproximamos en esta entrada del blog a qué sabe la ciencia sobre la relación entre la creatividad y la edad, porque la historia está llena de mayores creativos.

Este es el caso del Dr. Goodenough, un ingeniero físico norteamericano que a sus 94 años ha presentado una solicitud de patente sobre un nuevo tipo de batería. Su historia la encontramos relatada en el New York Times (To Be a Genius, Think Like a 94-Year-Old, 7/04/2017). Ya en 1946, cuando era un veterano del ejército de 23 años se dirigió a la Universidad de Chicago con el sueño de estudiar física. Allí, un profesor le advirtió de que ya era demasiado viejo para tener éxito en este campo. Sin embargo no hizo caso de esta advertencia. Y no solo ha conseguido esta patente que promete ser una batería más barata, ligera y segura, que revolucionará los coches eléctricos y eliminará a los vehículos de petróleo. Ya con 57 años coinventó otra de ion-litio, la que usamos en nuestros móviles o portátiles. Después de todo es una de las personas del mundo que más tiempo lleva pensando en estos temas.

picasso

Lo habitual es pensar que la creatividad está más asociada a los niños y los más jóvenes. Sin embargo, los estudios que se están realizando para medir la creatividad por edades nos llevan a pensar que la creatividad no es propia de unas edades sobre otras. Algunos de estos estudios han analizado datos de concesión de patentes internacionales en tecnología de la información, ciencia de los materiales y las ciencias de la vida por edad, según una encuesta de inventores, aquellos de 46 a 60 años recibieron la mayoría de esas patentes.

Hay estadísticas sobre las edades a las que se conceden los premios nobel según disciplinas, unas los conceden a edades más avanzadas que otras. Pero en todo caso no son muy jovencitos.

Al medir la creatividad habrá que tener en cuenta que hay creaciones más productivas que otras, o personas que son creativas en cantidad y otras en profundidad, siempre dedicadas al mismo asunto.  Así por ejemplo, parece que algunos creativos -como los poetas líricos y los matemáticos- tienden a tener picos de creatividad tempranos y decadencias relativamente rápidas, mientras que otros -entre ellos, historiadores y filósofos- son propensos a picos posteriores y ocasos graduales, incluso insignificantes.

Además hay que diferenciar entre edad profesional y la cronológica. Es decir, hay gente que por circunstancias diversas empieza más tarde a desarrollar su verdadera pasión y comienza su creatividad más tarde que quien la hubiera encontrado antes.

La creatividad no es cuestión de edad, por lo menos entre científicos. Un estudio publicado en la revista Science analizó la creatividad entre los científicos, y concluyó con que la probabilidad de publicar un descubrimiento importante es la misma a cualquier edad.

Así que no se deja de crear al envejecer. De hecho probablemente se envejezca cuando se deja de crear.

Componentes importantes de la creatividad son las inspiración, y el talento (que no dependen tanto de nosotros), pero también el entorno y la formación. Con esto quiero decir que si creatividad es la combinación y transformación de elementos, para obtener otros novedosos, las personas mayores tienen un impresionante bagaje para ser creativos.

Estas son palabras que no digo yo, sino que las dice Enrique Pozón, en un trabajo de presentación como académico correspondiente de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes, sobre La Creatividad en el Marco del Paradigna del Envejecimiento Activo un catedrático cordobés que con 74 años logró su tercer doctorado en Educación y Universidad en el marco de la cultura de las personas mayores, y que ya era doctor en derecho y veterinaria.

El demógrafo Julio Pérez decía hace pocas semanas en Juntos paso a paso de RNE que “los nuevos mayores serán los que más moldes romperán”

El propio doctor Goodenough, citado en el artículo del NYT, asegura que es demasiado viejo como para saber que no se pueden cerrar la mente a las nuevas ideas.  Traduzco algunas de sus palabras cuando es preguntado cómo interpreta su éxito a última hora de su vida:

“Algunos de nosotros somos tortugas. Nos arrastramos y luchamos a lo largo, y quizás no lo hayamos imaginado antes de tener 30. Pero las tortugas tienen que seguir caminando. Este arrastrarse a través de la vida puede ser ventajoso, sobre todo si deambula a través de diferentes campos, recogiendo pistas a medida que se avanza. “

El doctor Goodenough comenzó en física y saltó a la química y la ciencia de los materiales, mientras que también mantenía su ojo en las tendencias sociales y políticas que podrían conducir una economía verde.  Y hay quizás algo más a lo que él apunta:

La vejez me aporta una nueva clase de libertad intelectual. A los 94, dice, no tienes que preocuparte por mantener tu trabajo.

Otro asunto sería hablar también de la importancia del desarrollo de la creatividad en la vida cotidiana de los mayores.

¿Disminuye la creatividad con la edad?