jueves. 28.03.2024
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Foto flickr BiERLOS a.k.a. photörhead.ch

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Las conversiones de modelos clásicos de gasolina en eléctricos tienen la peculiaridad de que sólo el presupuesto establece los límites. Un ejemplo lo podemos ver en la conversión de la mítica furgoneta de Volkswagen.

Junto a su look trendy, las seis plazas y a la generosa zona de carga, la conversión va a sustituir su sistema de propulsión original por un sistema eléctrico donde la pieza clave es una buena batería de 56 kWh. Suficientes para conseguir una autonomía de unos 300 kilómetros con cada carga. Esta batería podrá ir bien en el maletero o donde el depósito de gasolina.

Además de esto se suele instalar un cargador capaz de realizar recargas rápidas bajo el formato CHAdeMO que llega un máximo de 30 kW y 84 Ah. Un sistema que permite hacer viajes a la playa o la montaña bastante más largos sin grandes problemas de autonomía, siempre y cuando dispongan de una mínima red de recarga.

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Así queda la mítica furgo VW cuando se convierte en una modelo eléctrica