miércoles. 24.04.2024
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Total del personal (excluido personal becario) por tipologías funcionales y grupos de edad. Elaboración propia a partir de datos facilitados por SGARH-CSIC a 31/12/2012

Estamos muy distantes y nos indigna recordar al nacional-catolicismo que, en nombre de la fe, expulsó a la generación más brillante de científicos que había tenido este país

Ante la conmemoración el próximo 24 de noviembre del 75º aniversario del Decreto Fundacional  del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), CC.OO. lamenta no tener nada que celebrar debido a que la fundación del CSIC en 1939 significó la destrucción del tejido científico español construido por la Junta de Ampliación de Estudios, institución clausurada tras la guerra civil, de quien nos sentimos herederos directos. En 2010 celebramos los 100 años de la Junta de Ampliación de Estudios, la cual significó la apertura a Europa y al resto del mundo, la cercanía con la sociedad y el trabajo crítico y riguroso que nos puso en el mapa internacional de la ciencia. Esa fue nuestra celebración y nuestro aniversario relevante.

Estamos muy distantes y nos indigna recordar al nacional-catolicismo que, en nombre de la fe, expulsó a la generación más brillante de científicos que había tenido este país. Una exaltación que sigue viva en algunos personajes relevantes del CSIC 2014, como el director de la Revista Arbor, la revista de pensamiento del CSIC.

Desde CC.OO. reivindicamos el primer Reglamento democrático del CSIC de 1978, el primer logro relacionado con el sistema científico en la etapa democrática, que reconocía y abría el Organismo a la sociedad, impulsaba instrumentos de democracia interna y se planteaba el objetivo de convertirse en el mayor centro de investigación de este país. Este Reglamento fue modificado varias veces, siempre a peor, restringiendo los medios democráticos de gestión y decisión con la excusa de la contradicción entre eficacia y democracia. Aunque la democracia interna y la participación de los trabajadores -investigadores, técnicos y personal de gestión-, fueron piezas clave en la conversión del CSIC del centro más prestigioso de investigación en España.

El CSIC ha crecido y evolucionado desde aquel 1978 y hoy es el principal centro de I+D del país aunque en franco retroceso, sometido a una sangría imparable de recursos humanos.

Hacemos mejor ciencia, mejor desarrollo tecnológico, mejor transferencia de conocimiento y tecnología

Hacemos mejor ciencia, mejor desarrollo tecnológico, mejor transferencia de conocimiento y tecnología. Pero el edificio está viejo y corre el peligro de desmoronarse si no se toman las mínimas medidas que permitan alimentar las plantillas y aprovechar el personal formado. Es necesario implementar de forma urgente un sistema que permita estabilizar al personal contratado temporal. Y esto no es solo un problema de los contratados precarios, es un problema fundamental de los grupos de investigación que ven perderse recursos formados y con ellos el esfuerzo invertido en formación.

Los principales problemas de la institución son la sangría imparable de recursos humanos, la ausencia de instrumentos de estabilización del personal formado y el consecuente envejecimiento de las plantillas. Al finalizar el Plan de Actuación 2014-2017, habremos vuelto al número de investigadores que había en 2007 (2.720 personas), cerrando una década perdida.


Evolución de los efectivos de personal del CSIC. Elaboración propia a partir de datos facilitados por la sección Sindical de CCOO-CSIC, SGARH del CSIC y Memorias Anuales CSIC

Sin técnicos y con los contratos de formación predoctoral en franca recesión, los laboratorios se desertizan y la plantilla envejece aceleradamente

Especialmente preocupante es la situación del personal técnico y de gestión, a quienes ni siquiera se considera en las ofertas públicas de empleo. Cuando en 2017 finalice el Plan de Actuación puede haber desaparecido hasta un 40% del personal técnico, eliminando una ventaja comparativa del CSIC respecto a la universidad: sus especialistas de laboratorios. Sin técnicos y con los contratos de formación predoctoral en franca recesión, los laboratorios se desertizan y la plantilla envejece aceleradamente. En 2017 la edad media del personal investigador será de 56,7 años, un verdadero despropósito en cualquier sistema serio de I+D.

Hay muchas más cosas que mejorar, pero son accesorias respecto a los problemas de personal. Hay que mejorar los sistemas de gestión de proyectos, de personal y de contratación. Hay que internacionalizar el organismo, ampliando las plantillas de gestores especializados en proyectos internacionales para lograr retornos mayores y mejores medios de gestión de estos proyectos, entre otros puntos.

El trabajo científico se apoya en tres pilares: personal investigador, personal técnico y personal de gestión. Si alguno falta, el edificio se caerá o sobrevivirá apuntalado en soportes endebles.

Desde CC.OO. del CSIC siempre hemos defendido al CSIC como nuestra casa y seguimos dispuestos a hacerlo desde el estudio y el diagnóstico de sus problemas, la crítica rigurosa y el debate abierto sobre las posibles soluciones. Y sobre todo desde la defensa de sus trabajadores, el principal capital del Organismo. Tal vez esta fecha señalada valga para convencer a las autoridades de que es necesario sentarse a discutir y resolver estos problemas.


Alicia Durán | Consejera de CCOO en el Consejo Rector del CSIC

75º aniversario del CSIC: Nada que celebrar