miércoles. 24.04.2024
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Billete de mil intis. Imagen en Flickr del usuario A.Davey (CC BY-NC-ND 2.0).

Probablemente no exista peruano de más de 35 años que no recuerde los tiempos en que la economía del país enloqueció, sobre todo en la segunda mitad de la década de 1980. Fueron años durante los cuales las palabras inflación –con su superlativa hiperinflación–, desabastecimiento, escasez y “maquinita” dominaban el lenguaje cotidiano (la maquinita era una manera coloquial de referirse a la emisión inorgánica de billetes, sin respaldo del Banco Central de Reserva, el ente emisor peruano).

En esos años la inflación acumulada llegó al 2,178.49%, cifra que parece astronómica comparada con el 3.23% de inflación de 2016.

Una de las muchas causas de esta inflación fue la política económica del primer gobierno de Alan García (1985-1990), que de acuerdo con Wikipedia:

  • Ese gobierno siempre recurrió a los recursos del Estado para impulsar un funcionamiento privado a corto plazo compatible con una baja inflación aparente. Después de 2 años de experimento de una política económica improvisada, el gobierno aprista de Alan García fue autodestruyéndose. […].
  • A partir del tercer año de ese gobierno o desgobierno vinieron las reacciones de la población frente a los ajustes de los llamados “paquetazos”, seguido de las colas que tenían que hacer todos para conseguir una cierta cantidad de productos de primera necesidad como son leche, pan, arroz, azúcar.

 

El fantasma del desabastecimiento y las largas colas para conseguir productos básicos son gran parte de los recuerdos de esos tiempos. Algunos no pierden ocasión de recordárselo al propio expresidente García hasta el día de hoy:

También habría que considerar, como parte del contexto, los constantes golpes que el terrorismo asestaba al Perú en esos mismos años.

Ahora que las noticias con las mismas palabras de hiperinflación, colas y desabastecimiento vienen de otros lados, no falta quien recuerde al inti (sol en quechua), esa moneda que circuló efimeramente entre 1985 y 1991, año en que, debido a la gran devaluación, fue reemplazado por el nuevo sol (hoy llamado simplemente sol). Las cifras no mienten, pues en 1985, un inti equivalía a mil soles de oro, pero en 1991, el nuevo sol equivalía a un millón de intis.

El blog Ratapelada nos cuenta el rápido cambio de denominaciones en los billetes y cómo los peruanos solamente pagaban con billetes, ya que las monedas dejaron de circular.

La galopante hiperinflación aprista acabo con su existencia [del inti] de la manera más rápida posible. Una imagen recurrente de esta moneda se asocia con enormes fajos de billetes que, debido al fenómeno inflacionario, perdían su valor adquisitivo en cuestión de meses o semanas. Si bien los primeros billetes fueron los de 10, 50, 100 y 500 intis. Ya en 1986 se introdujo un billete de 1.000 intis. […] En 1988 fueron introducidos billetes de 5.000 y 10.000 intis. En 1989, fueron introducidos los billetes de 50.000 y 100.000 intis. A inicios de 1990 fue introducido un billete de 500.000 intis, y en el segundo semestre de ese mismo año empezaron a circular los billetes de 1 y 5 millones de intis.

En Twitter, algunos usuarios publicaron ejemplos de billetes con valores nominales muy altos:

El 5% se refiere al resultado electoral que obtuvo Alan García en las elecciones presidenciales de 2016.

En algunos sitios web de compras en línea los ofrecen como artículos de colección.

Artículo escrito por Gabriela Garcia Calderon Orbe originalmente publicado en el portal Global Voices, reproducido aquí en el marco de un acuerdo de intercambio de contenidos.

Recuerdos de cuando la economía peruana enloqueció