viernes. 29.03.2024
hambre

Los comedores no dan a basto, mientras que el gobierno se niega a declarar la emergencia alimentaria

Dos millones doscientos mil nuevos pobres en tan solo el último año de gestión de gobierno neoliberal, retrotrae a la peor crisis económica y social sufrida por Argentina en 2001. El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), reveló esta semana la nueva estadística de pobreza que refleja el fracaso del modelo impulsado por el gobierno de Cambiemos: Uno de cada tres niños argentinos pasa hambre.

Durante 2018 la inestabilidad macro-financiera, sumada a la fijación de Macri por la continuidad de un plan económico que impacta de lleno sobre las clases más vulnerables, consolidó una crisis externa que terminó con una fuerte depreciación del peso, la aceleración de la tasa de inflación y la caída del salario real. Como consecuencia de esto se produjo una caída del consumo interno y la entrada a un nuevo ciclo estanflacionario, con un fuerte ingreso de los sectores medios bajos a la situación de pobreza. Paralelamente el Estado se retiraba, dejando a las clases más desfavorecidas a merced de las consecuencias del desbarajuste organizado por el “modelo” Cambiemos. 

El informe de la UCA, dirigido por Agustín Salvia, señala que "En el tercer trimestre de 2018, un 25,6% de los hogares y un 33,6% de las personas se encontraban bajo la línea de la pobreza. La incidencia de la pobreza en el tercer trimestre de 2018 alcanza niveles superiores a la registrada en el año 2016, cuando significativas devaluaciones provocaron un alza de la inflación y una caída del poder adquisitivo. A diferencia de la indigencia, la pobreza ha mostrado un comportamiento más elástico ante los cambios abruptos del escenario macro-económico".

La estampa de los peores ciclos neoliberales vuelve a repetirse una vez más. Los comedores no dan a basto, mientras que el gobierno se niega a declarar la emergencia alimentaria. Durante 2018 se incrementó notablemente la cantidad de personas que asisten a buscar su ración de almuerzo o merienda. En algunos comedores la cifra se duplicó con respecto al año pasado. Por lo que, con escasos elementos, los comedores deben atender una demanda que crece mes a mes. Julio Vallejos, presidente de la Agrupación 16 de Abril, señaló que  “hay un crecimiento del hambre. Es una cruda realidad la que se vive. Es muy duro, está difícil la cosa. Este año explotó la situación. Los pibes de nos desmayan de hambre”.

Por su parte el padre Paco Olveira, integrante del Grupo de Curas en Opción por los Pobres, sostuvo que “No se ve que esto vaya a mejorar. Cada día hay más hambre. Necesitamos que el gobierno escuche. Los comedores no dan abasto”.

Docentes y educadores denunciaron además que el Ministerio de Educación porteño, conducido por Soledad Acuña, “busca dificultar la posibilidad de que niños y niñas, en su mayoría provenientes de los barrios más vulnerables, accedan a almuerzos y viandas escolares. “Esto no es joda, los pibes de desmayan por el hambre”, señalan.

Mientras esto sucede, los medios hegemónicos pretenden invisibilizar una realidad que ya está al alcance de los ojos de cualquiera. Al igual que en pasados experimentos neoliberales la prensa oficialista pone su foco en programas de entretenimiento y sucesos foráneos con la intención de sostener a un gobierno que hace rato se ha caído por el peso de su propia mediocridad, de su propio cinismo. Macri había pedido que su gestión sea evaluada en relación a su éxito en materia de reducción de la pobreza. Un fracaso que a las claras habla de su ineptitud para gobernar el país al que sumió deliberadamente en la miseria.   

"Los pibes se nos desmayan de hambre"