miércoles. 24.04.2024

En medio de la huelga general por 48 horas que paraliza al país, Macri continúa su visita a los Estados Unidos, convencido de que los argentinos comparten su “enamoramiento de Christine Lagarde”

Apenas cuatro días después de la exigencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que Argentina declare la Emergencia Alimentaria, Mauricio Macri, mostró en Nueva York sus dotes de bailarín junto a Adrienne Arsht, vicedirectora ejecutiva de la fundación Atlantic Council, que galardonó al presidente por su “Dedicación desinteresada con su país”.

En medio de la huelga general por 48 horas que paraliza al país, Macri continúa su visita a los Estados Unidos, convencido de que los argentinos comparten su “enamoramiento de Christine Lagarde”, titular del Fondo Monetario Internacional. "Debo confesar que con Christine (Lagarde) hemos empezado una gran relación, que espero que funcione muy bien y que termine con toda la Argentina enamorada de Christine", resaltó el presidente argentino.

Los medios hegemónicos se avocaron a resaltar la “actitud distendida” del primer mandatario, como si esto pudiese paliar las necesidades de millones de argentinos que, desde el inicio de la gestión Cambiemos, han pasado a engrosar las estadísticas de la pobreza.

Mientras Macri bailaba entre la élite seleccionada a participar de la cena de gala organizada por Donald Trump en New York, el Director del Banco Central, Luis Caputo, presentaba su renuncia apenas a tres meses de iniciada su gestión, y habiendo cuatriplicado su fortuna personal, gracias a las medidas económicas de su propio gobierno.

El blindaje mediático que cubre al presidente, construyendo una realidad paralela, le sirve de momento al gobierno para evitar que los números en rojo de la economía, el creciente desempleo, el vaciamiento de los hospitales y las universidades públicas, la persecución y amenazas a opositores, trabajadores estatales y docentes, no lleguen a la sociedad con la contundencia necesaria.

La agenda de los medios oficialistas y del plantel de periodistas a sueldo que responden al gobierno de Macri, apunta a la distracción con el fin de ocultar las consecuencias de este nuevo experimento neoliberal. El poder de dichos medios ha minimizado el impacto que debiese haber tenido la desaparición de los Ministerios de Salud y de Trabajo, la postergación de la vacunación contra la meningitis a niños de 11 años, la anulación de la gratuidad para pacientes en diálisis y de VIH, la quita de medicamentos y pensiones para discapacitados y jubilados, y un largo etcétera que jamás será titular de los principales medios del país.

macri lagarde

Hace apenas cuatro días, Hilal Elver, Relatora Especial Sobre el Derecho a la Alimentación de la ONU, advirtió que  "casi cuatro millones de personas enfrentan una seria inseguridad alimentaria. Y esto está reflejado en la enorme cantidad de personas que concurren a comedores y que saltean comidas por falta de dinero”.

En un documento escrito mediante el cual manifiesta su preocupación por la situación social que atraviesa el país como consecuencia de las medidas económicas impulsadas por el gobierno de Macri, Elver destacó además que "fue interesante visitar Argentina en medio de la crisis financiera, que devaluó los salarios en un 50 por ciento y llevó los precios de los alimentos a niveles muy altos", e hizo una especial mención respecto de las condiciones con las que el Gobierno renegocia el acuerdo con el FMI: "Si bien todos los funcionarios de gobierno aseguran que no habrá impacto negativo, deben tomarse todas las medidas necesarias para proteger las condiciones de vida de los grupos más vulnerables".

Nada de esto es portada de los medios oficialistas, cuya agenda está dedicada a la adulación constante de quien paga por sus servicios. Durante la tarde de ayer, mientras el país estaba paralizado por la huelga general, los panelistas del principal medio que promovió la candidatura de Macri, analizaban los pasos de baile del presidente, haciendo hincapié en esa suerte de orgullo que pretenden hacer sentir al espectador menos avispado. “Es muy importante para Argentina que Macri sea tan bien visto en Estados Unidos”, decía el coro de comunicadores oficiales, mientras repetían una y otra vez el vídeo en el que el presidente argentino sonríe, baila y cuenta chistes, haciendo gala de una imbecilidad que, entre los suyos, le mereció el premio a su “Dedicación desinteresada con su país”.  

Mientras el presidente baila