sábado. 20.04.2024
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@jgonzalezok / Este miércoles 18, a las 18, hora argentina, se espera que miles de personas marchen en Buenos Aires a lo largo de la avenida de Mayo, la que une el Congreso Nacional y la Casa Rosada, en homenaje al fiscal Alberto Nisman, cuya misteriosa muerte aún conmueve la sociedad argentina. Desde que se dio a conocer la iniciativa, la marcha se convirtió en una enconada disputa, con todo el elenco del gobierno tratando de desacreditar y deslegitimar a los fiscales convocantes.

La marcha se desarrollará bajo el impacto de la imputación formal de Cristina Fernández y otros funcionarios, por presunto encubrimiento del atentado terrorista contra la mutual judía AMIA. La imputación fue confirmada por el fiscal Pollicita, y se basa en la denuncia hecha por el fiscal Nisman cuatro días antes de su misteriosa muerte.

Han anunciado su asistencia a la marcha los principales dirigentes de la oposición, aunque se ha pedido que la marcha sea en silencio y sin carteles políticos. “En silencio, para que ese silencio signifique la paz que necesitamos como sociedad y que necesitan los investigadores para encontrar la verdad”, dijo el fiscal Guillermo Marijuán.

La presidente, Cristina Fernández, aprovechó su última cadena nacional para hacer una velada alusión a la marcha. “A ellos les dejamos el silencio, siempre les gustó”, afirmó. “El silencio vale más que mil palabras”, le contestó Julio Piumato, titular del sindicato que agrupa a los trabajadores judiciales. El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, sostuvo que la marcha la convocaban narcos, antisemitas y Cecilia Pando, la mujer de un represor de la dictadura. 

Antes, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, pareció no entender el significado de la convocatoria, ya que llegó a preguntarse por qué se realizaba la misma, añadiendo que tendrían que explicarlo los organizadores. Y aprovechó para sostener que la denuncia del fiscal, conocida cuatro días antes de su muerte y que implicaba a la presidente en el encubrimiento del atentado de la AMIA, tenía la voluntad política de atacar a la presidente.

La presidente de la agrupación kirchnerista Justicia Legítima, María Laura Garrigós de Rébori, descalificó a los fiscales que convocaron la marcha. Los acusó de ser cercanos a los servicios de inteligencia y actuar motivados por su rechazo a la modificación del Código Procesal Penal y la ley de inteligencia. “Los que vayan a la marcha corren el riesgo de ser aprovechados políticamente. Hay gente que va a ir pensando en hacer un homenaje a Nisman y van a ser aprovechados por el arco político, por Mauricio Macri, por Sergio Massa o Elisa Carrió, que dijeron que van a ir”. También aseguró que lo que pretenden es medir fuerzas con el sector kirchnerista de la justicia.

El apoderado del PJ, Jorge Landau, advirtió que todos los jueces y fiscales que participaran en la marcha podrían ser recusados en futuras causas. La televisión pública habló de la marcha de los fiscales golpistas. Y el filósofo Ricardo Forster, titular de la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, hizo una curiosa comparación: “es como si los chefs llamasen a una convocatoria para decir que en Argentina se cocina mal”.

El presidente de la Asociación Argentina de Fiscales, Luis Cevasco, rechazó que la marcha genere presión contra la fiscal que actúa en la causa Nisman. Pero sí considera que es presionarla “fabular hipótesis a 48 horas del hecho”, en clara referencia a la presidente. Además criticó la actitud de Cristina Fernández, que no dio las condolencias a la familia del fiscal: “no mereció ni una bandera a media asta ni una condolencia oficial para la familia Nisman, cosa que se hace con los artistas folklóricos”. 

Marcha de silencio por el fiscal Nisman