jueves. 25.04.2024
femicidios

@jgonzalezok / Cientos de miles de personas se manifestaron en Argentina en la tarde de este pasado miércoles, 3 de junio, en contra del feminicidio. Además del acto central, en la plaza del Congreso -centro de Buenos Aires-, concentraciones similares se produjeron a lo largo y ancho del país. Otros países se sumaron a la iniciativa. En Chile hubo manifestaciones en Santiago y Valparaíso. También hubo marchas en las principales ciudades de Uruguay y en Miami.

Convocada bajo el hashtag #NiUnaMenos, la idea se lanzó a través de la red social Twitter, y fue rápidamente ganando espacio, cuando alguien en la red lanzó el mensaje: “nos están matando, tenemos que hacer algo”. Y se convirtió en el tema del momento en la red social a nivel mundial. Representantes de todo el arco político se sumaron a la iniciativa, así como actores, dirigentes sociales, deportistas, etc. Lionel Messi y el tenista Juan Martín del Potro, fueron algunos de los personajes populares que respaldaron la manifestación a través de las redes sociales.

En el acto en Buenos Aires se leyó un documento con cinco demandas. Que se implemente el plan previsto en una ley sancionada en 2009 para la protección integral de las mujeres, asignando recursos para acompañar y contener a las víctimas. Que se garantice el acceso de las víctimas a la justicia. Que haya estadísticas oficiales, con un registro oficial único, para que se puedan implementar políticas públicas. Que se garantice educación sexual integral en todos los niveles. Y protección para las víctimas, con un control por parte de la justicia.

La Comisión para la Memoria, que preside el Premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, hizo público un comunicado en el que afirma que “son las instituciones del Estado las que deben fortalecerse y dotarse de herramientas necesarias para dar esta batalla cultural, política e ideológica”.

Un informe del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), señala que después de la ley del 2009 se avanzó en la creación de herramientas y en la implementación de políticas. Pero añade que su coordinación, cobertura y alcance son cuestionables: “la violencia contra las mujeres no se resuelve con leyes solamente”, añadiendo éstas que deben ser acompañadas por políticas públicas eficaces.

Coincidiendo con estas manifestaciones, la tienda de Google Play lanzó una aplicación gratis, para dispositivos Android, con un botón de pánico que envía un mensaje de texto pidiendo ayuda a contactos predefinidos. El mensaje también se puede activar cuando se aprieta reiteradamente el botón de bloqueo del teléfono.

A falta de estadísticas oficiales, se calcula que en Argentina muere una mujer o una niña cada 30 horas, víctima de la violencia de género. Solo en el 2014 fueron 277. En los últimos 7 años, 1808 mujeres fueron asesinadas y 2.196 hijos quedaron sin madre, pero como decía el documento leído en las manifestaciones, es una estimación con datos que aporta la Casa del Encuentro, una asociación civil.

Según la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema, entre 2014 y 2015 subió un 40 % el número de denuncias. Las cifras conocidas suponen una tasa equivalente a 0,65 por cada 100.000 habitantes. Entre los grandes países de la región –y dejando aparte Centroamérica, donde los índices son mucho peores-, solo México, con 1,64 y Brasil, con 2,33, superan a Argentina. Ambos países son notablemente más machistas que Argentina.

Hace tres años se firmó un acuerdo entre el Consejo Nacional de las Mujeres (CNM) y el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) para establecer un registro nacional de violencia y feticidios. Pero no se avanzó nada y no hay, siquiera, un acuerdo sobre la metodología para la recolección de datos. El INDEC es el cuestionado organismo que desde 2007 viene manipulando las principales estadísticas económicas. Hace años que también desaparecieron de las estadísticas oficiales los índices de criminalidad e inseguridad.

La violencia de género en Argentina ha cobrado especial relevancia por la difusión de numerosos casos de adolescentes. Uno de los más resonantes fue el de la joven Ángeles Rawson, asesinada por el portero de su edificio y arrojada, se cree que todavía con vida, en el contenedor de la basura. También conmocionó al país el caso de Wanda Taddei, esposa del baterista del grupo de rock Callejeros, que fue quemada viva.

Pero el caso que marcó un punto de inflexión fue el de Chiara Pérez, de solo 14 años, que el pasado 10 de mayo apareció enterrada en la casa de su novio, de 16, en la localidad de Rufino, provincia de Santa Fe. Murió molida a golpes y después se confirmó que estaba embarazada de ocho semanas. Además del chico están  detenidos su madre y el padrastro, que se enfrentan a la acusación de homicidio agravado y aborto no consentido, considerando que fueron partícipes necesarios en la muerte de la joven.

En el caso argentino, la violencia contra las mujeres hay que encuadrarla en un marco más general. Por supuesto la violencia en el fútbol, donde es endémica. Pero también en las calles, en el tránsito, en las reacciones cotidianas contrarias a las normas y las leyes, que no encuentran ningún tipo de castigo, ni siquiera el castigo social. 

Manifestaciones masivas en Argentina contra el feminicidio