viernes. 29.03.2024

A la presidente argentina, Cristina Fernández, se le ha vuelto a atragantar la tostada del desayuno. Ya sabemos que empieza el día leyendo los periódicos nacionales y, al menos un diario extranjero, el español El País. Y este pasado jueves, al tomar su desayuno –se ignora si mate, como la mayoría de los argentinos, café con leche o té- volvió a sentir una sorpresa desagradable, con la foto falsa del presidente venezolano, publicada por el matutino español.

A media mañana, publicó en su cuenta personal de Twitter –@CFKArgentina- una seguidilla de 12 mensajes para referirse a dicha instantánea, y escribe: “En la portada de El País vi una foto. Me corrijo, eso no es una foto. Es una canallada”. Pasa después a preguntarse si el editor responsable caminará por las calles de Madrid junto a hombres y mujeres normales, si hablará de la libertad de prensa, si escribirá editoriales sobre ética, moral y buenas costumbres y “señalará con el dedo a su próxima víctima”. Y aprovechó para calificarlo de prensa canalla, mezclando además al británico The Sun y al argentino Clarín. Termina con mensajes de aliento a las hijas de Chávez y a Nicolás Maduro, en ejercicio de la presidencia venezolana. Después del varapalo a El País, no hizo ninguna referencia al pedido de disculpas del diario, una vez reconocido el error.

En el mes de julio del año pasado, Cristina Fernández también utilizó una portada de El País, para comentar las condiciones que ponía la UE a España para el rescate de los bancos. Allí fue donde confesó que se había atragantado con la tostada. Pero, sobre todo, causó cierto asombro cuando la mandataria, exhibiendo la portada del diario, decía: “miren al pelado ese”, en referencia al ministro español de Economía, Luis de Guindos.

En aquella ocasión utilizó un discurso en cadena nacional obligatoria. Ahora usó su cuenta personal de Twitter, que empezó a gestionar personalmente, después de despedir a la empresa que se la manejaba. Se sintió incómoda de figurar en el portafolio de la empresa Dogo Creativo junto a otros clientes, como Enrique Iglesias, Tom Cruise, Ricardo Montaner y Juanes.

Inauguró esta nueva etapa con una serie de mensajes contestando al actor Ricardo Darín, que había expresado sus dudas sobre el origen de la fortuna personal de la mandataria. Aunque la cuenta está activa desde el 30 de abril de 2010, y ha enviado 2.166 tuits, solo en los últimos días ha encarado personalmente la tarea de escribirlos, o al menos dictarlos a uno de sus secretarios, Pablo Barreiro. Después de Darín vinieron la serie sobre el regreso de la Fragata Libertad, que estuvo inmovilizada por los fondos buitre en Ghana, y sus comentarios en su reciente gira asiática.

Algunos especialistas han hablado de que Cristina Fernández ha encontrado en Twitter y Facebook una forma perfecta para comunicarse sin la intermediación de los medios, que desprecia. Antes usaba los discursos en cadena nacional obligatoria, método muy criticado por la oposición y por muchos ciudadanos, ahora utiliza las redes sociales. Y también señalan que, frente a la locuacidad actual, ha guardado silencios muy dolorosos, como los cinco días que tardó en hablar tras la más importante tragedia ferroviaria del país, hace casi un año, cuando 51 personas murieron en la estación porteña de Once.

Con más de un millón y medio de seguidores en Twitter, figura entre los diez mandatarios del mundo más seguidos. No llega a los casi cuatro millones de Hugo Chávez. La brasileña Dilma Roussef tiene algo más de 1,7 millones, a pesar de que su cuenta está prácticamente inactiva desde el 13 de diciembre pasado. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, tiene aproximadamente los mismos seguidores que Cristina Fernández.

Pero hay sospechas de que el aparato comunicacional del kirchnerismo, muy activo en las redes sociales, haya usado bots o cuentas falsas. Una investigación del periodista Jorge Lanata, descubrió hace unos meses la existencia de blogueros que utilizaban perfiles falsos en Twitter para activar con mensajes a favor del gobierno o criticar a la oposición y a los medios. Utilizaron para ello nombres inventados y hasta fotos falsas, como la del ganador de Operación Triunfo de 2009 en España, el cantante Mario Álvarez.

Algunos de estos blogueros han sido tan eficaces que fueron premiados con puestos clave en el manejo de la comunicación oficial, tanto en la agencia de prensa Télam como en el canal estatal de televisión, Canal 7.

Sorprende que Cristina Fernández solo siga a 50 personas o instituciones en Twitter. La inmensa mayoría son sus propios funcionarios y organismos oficiales, además de algunos gobernadores y presidentes amigos. También figura el economista norteamericano Joseph Stiglitz, pero ningún político opositor y ningún medio.

En sus últimos mensajes ha exagerado la utilización de expresiones coloquiales y hasta palabras en inglés, idioma que ella misma confesó que desconoce. Antes de ser presidente, en el 2004, participó como senadora en un seminario de la Universidad de Berkeley (San Francisco, EE.UU.), en el que explicó que pertenecía a una generación “para la que el inglés era casi un defecto, por eso de yankees go home”. Ahora, usa expresiones como Oh my God, always, too much, sorry, touch and go, algunas de forma errónea, pero que parecen acercarla a un público juvenil, que tanto busca el kirchnerismo.

De la cadena nacional a Twitter, los mensajes de Cristina Fernández