miércoles. 24.04.2024
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La Presidenta durante la filmación del mensaje que dio a los argentinos tras retomar actividades en Olivos. (Foto: Casa Rosada)

@jgonzalezok | Después de casi seis semanas de baja por enfermedad, Cristina Fernández ha reaparecido mediante un vídeo casero, grabado por su hija Florencia y divulgado en las redes sociales. “Fueron momentos muy difíciles, no lo voy a negar, porque ir por un examen de rutina cardiológico y de repente, te dicen que te tenés que operar de la cabeza…”, dice la mandataria en el vídeo, de poco más de seis minutos de duración.

Después de más de tres años de luto riguroso –desde que falleció su marido, el ex presidente Néstor Kirchner, el 27 de octubre del 2010-, la presidente argentina apareció luciendo una camisa blanca. Su indumentaria y su luto prolongado habían sido hasta ahora motivo de muchos comentarios, sobre todo en un país en el que el luto no lo guarda nadie. La última imagen de la mandataria era del 13 de octubre, abandonando en coche la Fundación Favaloro, tras ser sometida a una operación cerebral.

El mensaje tuvo algunos guiños muy precisos, más allá del reconocimiento del susto y el tema del luto: presentó a su nuevo perro, regalo del hermano de Hugo Chávez, del que habló durante casi tres minutos; se refirió al ramo de rosas que le envió Hebe de Bonafini, la presidente de las Madres de la Plaza de Mayo; y apareció es escena un pingüino de peluche, en clara referencia al mote con el que son conocidos el matrimonio Kirchner, por su procedencia patagónica.

El mensaje de Cristina Fernández no hizo ninguna referencia al cambio de gabinete, que se conoció mediante un comunicado que leyó el portavoz presidencial, Alfredo Scoccimarro. Este se limitó a dar cuenta de los cambios, sin ninguna consideración sobre las razones de los relevos, reiteradamente anunciados por numerosas fuentes, pero también negado por representantes del oficialismo.

El principal cambio del gabinete es el del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, que será sustituido por su segundo, Axel Kicillof, que en la práctica era el verdadero ministro. Lorenzino se hizo famoso hace unos meses por su frase “me quiero ir”, cuando interrumpió una entrevista con la televisión griega, incómodo y sin respuestas cuando fue preguntado sobre la inflación. Su nuevo puesto será el de embajador ante la Unión Europea y estará al frente de una Unidad de Reestructuración de la Deuda, que tratará de recomponer el frente externo.

Kicillof es un joven de 42 años, de largas patillas, que nunca usa corbata y que está muy cercano a la agrupación juvenil La Cámpora, aunque no la integra formalmente. Ha sido el verdadero cerebro de la estatización de YPF y de otras polémicas medidas económicas. Cabe suponer que su promoción supone que Cristina Fernández ha decidido profundizar el rumbo de las políticas económicas heterodoxas. Junto al ascenso de Kicillof hay que destacar la permanencia del polémico secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, uno de los principales responsables del cepo al dólar, los controles de precios y la guerra contra el Grupo Clarín, sobre cuya salida se venía especulando desde hace meses.

Del equipo económico se aleja la presidente del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, que hace unos días reconoció la necesidad de bajar la inflación, de más del 25 % anual. La funcionaria mantenía discrepancias internas con Kicillof y Moreno. Su salida se produce cuando siguen disminuyendo de forma alarmante las reservas, ahora en 32.264 millones de dólares, en su nivel más bajo desde principios de 2007. Solo este año se esfumaron más de 11.000 millones de dólares. Se sabe que Kicillof es partidario de un desdoblamiento del mercado cambiario, para tratar de evitar la sangría de dólares que desvela al gobierno.

Otro cambio importante es el de Jefe de Gabinete, ya que se va Juan Manuel Abal Medina y asume Jorge Capitanich. El primero era un joven cuyo principal mérito –aunque no el único- era su apellido, ya que es sobrino de uno de los fundadores de los Montoneros, la principal guerrilla urbana durante los años 70.

El nuevo Jefe de Gabinete, Jorge Coqui Capitanich, era hasta ahora gobernador de la provincia del Chaco. En las recientes elecciones parlamentarias fue uno de los que logró exhibir un triunfo importante, ya que el oficialismo logró en la provincia casi el 60 %, a pesar de ser una de las más pobres del país. Ya había ocupado el cargo de Jefe de Gabinete durante casi un año, en el breve gobierno de Eduardo Duhalde. Durante su carrera política ha tenido sonados enfrentamientos con su ex esposa, Sandra Mendoza.

En un sistema tan hiperpresidencialista y vertical como el argentino, el cargo de Jefe de Gabinete tiene poco peso específico, solo el que le quiera dar la presidente. Pero tiene enormes recursos y controla el aparato de comunicación del gobierno. Es quien decide la cada vez más abultada publicidad oficial –que se distribuye como premio y castigo, según la docilidad de los medios- y controla los medios oficiales, como Radio Nacional, Canal 7 y la agencia Télam.

El nombramiento de Capitanich es una mala noticia para el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli. El hasta ahora gobernador del Chaco se posiciona como el más probable candidato presidencial del kirchnerismo en el 2015, cargo por el que viene luchando desde hace tiempo el gobernador bonaerense, contra la opinión del sector más radical del kirchnerismo.

Un adelanto de esto ya lo sufrió Scioli en carne propia, en la noche electoral del pasado 27 de octubre. El maestro de ceremonias elegido por el gobierno para asumir los resultados, el vicepresidente Amado Boudou, conectó por teleconferencia con Capitanich, al que dedicó cálidos elogios, mientras un Scioli muy serio permanecía a su lado.

También hay cambios en el ministerio de Agricultura, donde se va el ministro Norberto Yahuar, muy golpeado por los malos resultados en su provincia natal, Chubut. Este año ya habían cambiado los responsables de los ministerios de Seguridad y de Defensa, como consecuencia de la designación de Nilda Garré –titular de Defensa- como embajadora argentina ante la OEA (Organización de Estados Americanos). 

Cristina Fernández reaparece y cambia el Gabinete