sábado. 20.04.2024

Se sabe que la presidente de Argentina, Cristina Fernández, es la segunda mandataria más rica de América Latina, después del chileno Sebastián Piñera, que ya era multimillonario antes de llegar al poder. Pero el origen de su fortuna suscita dudas y susceptibilidades, que afloran cada tanto y que ahora ha provocado un intercambio con el actor Ricardo Darín.

En una entrevista con la revista Brando, Darín afirmaba que le gustaría que alguien le explicase el crecimiento patrimonial de los Kirchner, que el año pasado estaba en torno a los 80 millones de pesos, algo más de 16 millones de euros al cambio oficial, bastante más al paralelo y más aún si las numerosas propiedades a su nombre figurasen al valor de mercado en las declaraciones juradas. Desde 2003, cuando llegaron a la Casa Rosada, hasta el año pasado, su patrimonio se multiplicó más de once veces. “¿Cómo no se les cae la cara de vergüenza? ¿Cómo puede ser?”, se preguntaba Darín, que en el pasado llegó a hacer algún elogio de la presidente.

El actor deslizó otras críticas al modelo kirchnerista de gobernar: “están pasando cosas rarísimas, no se nos permite pensar fuera de lo establecido, te dicen lo que tenés que pensar y en qué dirección y si no estás de acuerdo sos un hijo de puta (…) El camino del fanatismo es este”. El actor argentino más internacional, se quejó también del clima de división que vive el país: “¿Cómo puede ser que entre la gente común haya amigos que no se dirigen la palabra? (…) No se pueden juntar porque se agarran a trompadas”.

La presidente le contestó extensamente a través de Facebook, aunque no aclaró las dudas. Se limitó a señalar que nunca en la historia del país “se ha podido acceder a las declaraciones juradas de un funcionario público con mayor facilidad, frecuencia y publicidad que a las de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner”. También asegura que no ha habido funcionarios más denunciados e investigados; y que los peritos de la Corte habían concluido que no hubo ningún ilícito, lo que obligó al juez a desestimar las denuncias.

La presidente, de paso, mandó un mensaje para que también se tengan en cuenta las declaraciones juradas de otros funcionarios. Insólitamente, el principal destinatario era el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, que fue vicepresidente con Néstor Kirchner y que es del mismo partido. La alusión hay que entenderla como un episodio más de la feroz interna que vive el oficialismo, con un Scioli precandidato presidencial, muy alto en las encuestas, pero considerado como sapo de otro pozo, según el dicho criollo.

Cristina Fernández también recordó un episodio en el que el actor fue acusado y detenido por un juez, en 1991, por la importación de una camioneta con una franquicia especial para discapacitados. La carta presidencial motivó una réplica de Darín, que señaló como un grave error la última imputación de la mandataria, ya que fue sobreseído, se comprobó que él fue el estafado y la justicia le pidió perdón. El actor añadió que “hubo un teléfono descompuesto”, dejando entrever que lo mejor hubiera sido una respuesta directa. Y pidió una entrevista personal con Cristina Fernández.

En la oposición hubo numerosas críticas a la presidente, considerando que se trató de un apriete, a pesar del aparente tono amable de la carta, en la que incluso se declara su admiradora. Luis Brandoni, otro reconocido actor y militante de la UCR, pidió una respuesta de sus compañeros de profesión, aunque también reconoció que la Asociación de Actores Argentinos “ha sido copada por el kirchnerismo, no me representa y estoy seguro que a Ricardo tampoco”.

La Asociación de Actores está presidida por Alejandra Darín, hermana de Ricardo, que no quiso hacer ninguna declaración, ni siquiera desde el punto de vista personal. Sí las hizo, y muy duras, Federico Luppi, habitual invitado a los actos públicos de la presidente, que dijo: “más que ingenuo, Darín es un pelotudo”. Lo acusó de no entender lo que está sucediendo en el país, cosa que también le había reprochado la mandataria.

Más allá del episodio, que seguramente seguirá generando polémica por unos días, es evidente que el tema sigue provocando ríos de tinta, sobre todo porque nunca hubo una aclaración convincente. La única vez que Cristina Fernández puso ser interpelada sobre la cuestión, no fue por la pregunta de un periodista, cuyo contacto evita desde hace años. Fue en la Universidad de Harvard, por boca de un estudiante. La respuesta, sin posibilidad de réplica, fue una apelación a un pasado como “exitosa abogada”.

Pero quien más lejos fue en esta cuestión, curiosamente, fue José Pablo Feinmann, uno de los intelectuales que más ha defendido al kirchnerismo. Hace poco más de un año, en una entrevista al suplemento Enfoques, del diario La Nación, afirmó: “es muy incómodo adherir a un gobierno de dos gobernantes multimillonarios que están comandando un gobierno nacional, popular y democrático, y que te hablan del hambre”. Feinmann afirmó que habría que hacer un análisis de cómo creció ese patrimonio: “me dolió cuando se habló de un hotel de dos millones de dólares que pertenecía a Néstor Kirchner, porque es verdad, me dolió”. Fue aún más claro al decir textualmente: “Que Néstor y Cristina hayan afanado unos cuantos mangos, y sí, me molesta, pero eso no arruina todo lo que están haciendo”

Pero lo justificó de esta manera: “No hay político que no haga un acaparamiento de dinero, por muchos motivos. Yo te diría que Cristina es de las que más motivos tiene, porque está haciendo una política tan arriesgada en tantas cosas, está nucleando tantos odios de la derecha que en cualquier momento se tiene que rajar de este país. Y bueno, tiene que tener dinero para hacerlo”. En este sentido añadía que nadie cuestionó cómo Perón vivió tantos años en el barrio madrileño de Puerta de Hierro

Cristina Fernández le responde a Ricardo Darín