jueves. 28.03.2024

La Argentina de estos días retrotrae a las épocas en las que todo aquel que le plantara cara al Estado era considerado un “subversivo”, un enemigo de la patria

Mientras miles de argentinos eran torturados y asesinados por las fuerzas de seguridad de la última dictadura militar, los medios afines al poder se encargaban de construir un relato mediante el cual la sociedad pudiera considerar la existencia de “enemigos” del Estado. De esta forma las víctimas de la desinformación masiva repetían el discurso hegemónico, convencidos de que los hijos de esas madres que clamaban justicia, “algo habrían hecho”.

La Argentina de estos días retrotrae a las épocas en las que todo aquel que le plantara cara al Estado era considerado un “subversivo”, un enemigo de la patria. La diferencia reside en que ahora la derecha ultraconservadora y neoliberal se ha hecho con el poder a través del voto popular, de manera que esta comparación podría resultar odiosa si no fuera por los rasgos que caracterizan al gobierno de Macri y sus medios de comunicación que, tal como lo hicieron durante los años de represión, insisten en criminalizar la protesta social y en convertir a víctimas en victimarios.

argentina1El ejemplo más reciente de esta suerte de cruzada contra los “enemigos” la ha dado el Estado argentino negando sistemáticamente su responsabilidad en la desaparición forzada de Santiago Maldonado, un joven de 28 años que el 1 de agosto fue detenido por Gendarmería durante el reclamo mapuche por el expolio de sus tierras cometido por el empresario italiano Benetton. La Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se desligó de la desaparición de Maldonado y prefirió señalar a los mapuches como a un grupo “terrorista”. Los medios oficialistas distrajeron la atención argumentando que Maldonado era miembro de las FARC colombianas y la mismísima Ministra dio su propia versión explicando que “Maldonado pertenece a las FARC y estaba en La Patagonia para cumplir con alguna misión de esa organización”.

Pablo Nocetti, Jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad y abogado defensor de los responsables de la desaparición de 30 mil argentinos, estuvo en el lugar en el que Gendarmería apresó a Maldonado. Su opinión acerca de la comunidad mapuche se hizo oír ayer en los medios hegemónicos: “Los mapuches están siendo financiados desde el exterior, tienen gente que les hace el soporte logístico…”  y agregó: “porque a esta gente no se les conoce ningún trabajo. De la caza, de la pesca y de la recolección de frutos no viven, con lo cual estamos seguros de que evidentemente alguien los financia”. Dignas palabras de uno de estos ignorantes que ocupan hoy el poder en Argentina, ya que desde la escuela primaria sabemos que precisamente de la caza, de la pesca y de la recolección de frutos es de lo que los pueblos originarios viven.

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En la lista de “enemigos” que el gobierno se ha inventado, figuran los trabajadores, a quienes se los ha reprimido en cada manifestación, los maestros –que también han sido brutalmente reprimidos por Gendarmería-, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo –amenazadas con cerrarles su Casa de las Madres- y hasta el Papa Francisco.  

Santiago Maldonado desapareció en democracia luego de ser detenido por las fuerzas de seguridad que son responsabilidad del Gobierno Nacional. La idea ahora es que los idiotas que cual loros repiten titulares, hagan propia la versión que sostiene que Maldonado era violento, que Maldonado pertenecía a las FARC, que Maldonado “algo habría hecho”.

La Argentina del "algo habrán hecho"