jueves. 28.03.2024
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Este juicio era el primero, pero la expresidenta tiene un total de 11 procesamientos y 5 pedidos de prisión preventiva, que no se han podido realizar gracias a que el Senado no aprobó despojarla de sus fueros

@jgonzalezok | La Corte Suprema de Argentina acaba de hacerle el mejor regalo posible a la expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, al aplazar el primer juicio oral por corrupción al que se enfrenta, que debía comenzar en menos de una semana, el próximo 21 de mayo. Ese día, la exmandataria debía obligatoriamente sentarse en el banquillo de los acusados junto con algunos de los principales funcionarios de su gobierno, para responder sobre las acusaciones de haber beneficiado con obra pública en la provincia de Santa Cruz a su amigo y socio, Lázaro Báez.

Esa foto empañaría el comienzo de la campaña electoral, en un momento en que la expresidenta lanzó informalmente su candidatura para tratar de conseguir un tercer mandato. La Corte Suprema pidió el expediente del caso al Tribunal Oral Federal número 2, a cargo del proceso, con el argumento de que debía analizar una serie de reclamos que presentaron Cristina Fernández y alguno de los otros imputados, 13 en total.

El máximo tribunal asegura que analizará el expediente “lo más rápido posible”, pero todo indica que los tiempos de la Justicia llevarán a que todo quede estancado hasta después de las elecciones de octubre. Y, según el resultado de las urnas, se diluya en el tiempo.

El presidente, Mauricio Macri, habló después de conocer la resolución de la Corte Suprema. Aunque no hizo referencia directa a la misma, fue claro al decir: “Queremos que no haya impunidad”. Antes, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, habló de “sensación de impunidad, sugiriendo que los jueces se mueven al ritmo de las encuestas electorales.

Y es que, si Cristina Kirchner es candidata y gana, cosa que ya nadie descarta, sus problemas judiciales podrían entrar en vías de solución. ¿Puede la Justicia avanzar en el caso si su principal acusada es nuevamente presidente de la Nación? Puede. Pero la historia indica lo contrario. Durante los 12 años de gobiernos kirchneristas sucesivos, tanto Néstor como Cristina lograron cooptar a la mayor parte de los jueces y fiscales. Con algunas excepciones -como el juez Claudio Bonadio o el fiscal José María Campagnoli-, pero es sabido que en Argentina nunca prosperaron casos contra los presidentes de turno hasta que dejaron el poder. Y en un eventual regreso de Cristina Fernández a la Casa Rosada, se sabe que hará todo lo posible por doblegar al Poder Judicial de manera definitiva.

Este juicio era el primero, pero la expresidenta tiene un total de 11 procesamientos y 5 pedidos de prisión preventiva, que no se han podido realizar gracias a que el Senado no aprobó despojarla de sus fueros. La mayoría son por casos de corrupción y lavado de dinero, como los referidos a los negocios hoteleros de la familia.

Con esta decisión de la Corte Suprema, Cristina Fernández gana tiempo, insiste en su versión de que todo responde a la persecución política, mediática y judicial, y descarga posibles culpas en sus exfuncionarios. Ya había dicho que no ponía las manos en el fuego por ninguno, cuando empezaron a ser detenidos. Ahora, su principal operador político, Alberto Fernández -que fuera jefe de gabinete de Néstor y durante dos años en su primer mandato- dio la pista de que ésta sigue siendo la estrategia: “Sería una necedad de mi parte decir que no hubo corrupción en el kirchnerismo”, dijo a Radio Nacional. Pero salvando a Cristina.

Sin embargo, esta estrategia también puede tener consecuencias negativas para ella. Sus exfuncionarios y hombres de confianza se sienten abandonados a su suerte. Entre ellos, Julio De Vido, que fue durante los 12 años de kirchnerismo el ministro de Planificación y, por tanto, el hombre encargado de las obras públicas, que fue la principal fuente de corrupción. Una labor que venía ejerciendo ya desde la época en que Néstor Kirchner fue gobernador de la provincia de Santa Cruz (1991-2003). De Vido está detenido desde octubre de 2017 y está sumamente enfadado con la actitud de la ex presidente, que no impidió que el Congreso evitara su desafuero -era diputado- y que durante estos largos meses en la cárcel ni siquiera le envió un mensaje de apoyo.

Otro decepcionado es Víctor Manzanares, que fue durante décadas el contable (contador en Argentina) de la familia. También detenido, su decepción por el maltrato y el olvido de los Kirchner lo llevó a convertirse en arrepentido y está colaborando con la Justicia. La información que está proporcionando es demoledora. Además de lo que ya declaró ante la Justicia, Manzanares acaba de dar una entrevista al canal de noticias TN, en la que habló de las maletas gigantescas, llenas de dólares, que ayudó a transportar del avión presidencial, el Tango 01, a la casa de la madre de Néstor Kirchner en Río Gallegos, la capital de la provincia de Santa Cruz.

Al mando de la operación estaba uno de los secretarios de Kirchner, Daniel Muñoz, ya fallecido. Según Manzanares, los Kirchner habrían robado 10.000 millones de dólares. El fallecido secretario tenía en Estados Unidos al menos 70 millones de dólares, que serían en realidad de Néstor Kirchner. La viuda del secretario está detenida.

La causa que iba a ser juzgada la próxima semana es la relativa a la obra pública en la provincia de Santa Cruz. El 80% fue adjudicada a Lázaro Báez, amigo y socio de la familia, que está detenido desde abril de 2016. Se hizo con las obras en licitaciones amañadas y con sobreprecios, y en algunos casos nunca se concluyeron, a pesar de haber cobrado por el total de la obra.

Aplazan el primer juicio contra Cristina Kirchner por corrupción