viernes. 29.03.2024

En España cerca de 700.000 mujeres (la mayoría extranjeras) trabajan en el empleo doméstico y de los cuidados. Se ocupan de cuidar la vida. Pero todavía es un sector discriminado, que no cuenta con los mismos derechos laborales que el resto de las personas trabajadoras y que desarrolla su labor en condiciones de precariedad. También es un sector que ha avanzado en capacidad organizativa y en influencia y que quiere seguir avanzando. Para ello, este fin de semana, 160 mujeres de más de 40 colectivos de todo el estado español se han reunido en Madrid, en el II Congreso de Empleadas de Hogar y los Cuidados, bajo el lema ‘Juntas transformamos desde la acción, ¿y tú?’.

Después de tres años del primer Congreso, volvieron a encontrarse para reflexionar en torno al trabajo que se realiza en régimen interno, reivindicar la equiparación en derechos laborales del sector y denunciar sus precarias condiciones.

La organización corre a cargo del Centro de Empoderamiento de trabajadoras de hogar y cuidados, (CETHYC), que actualmente coordina la Asociación Servicio Doméstico Activo, Sedoac, entidad que forma parte del Grupo Turín. Este grupo de colectivos, organizaciones de trabajadoras domésticas se creó en 2012 a partir de la necesidad de promover la ratificación del Convenio 189 de la OIT por parte del gobierno español. Desde entonces, han venido trabajando la incidencia política a través de la elaboración de documentos de trabajo, proyectos no de ley (PNL), mociones en plenos municipales y autonómicos, incluso el Congreso de los Diputados, así como en acciones simbólicas y performativas, sin conseguir hasta el momento que España ratifique este convenio internacional que si han firmado ya 25 países.

En una rueda de prensa celebrada el viernes, Carolina Elías, coordinadora del CETHYC, explica los objetivos del congreso: visibilizar el trabajo realizado desde el 2016 -los logros conseguidos-, revisar el impacto que está teniendo la ratificación del convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de “Trabajo decente para trabajadores y trabajadoras domésticas” en las legislaciones nacionales y papel de los colectivos y sindicatos propios de trabajadoras de hogar en las negociaciones, generar un espacio de encuentro y comunicación colectiva para reflexionar en torno a temas relevantes en el empleo de hogar y cuidados y convocar acciones de visibilización-denuncia y reivindicación.

Visibilizar y transformar

María Caizapanta, portavoz del Grupo Turín, fue la encargada de dar las palabras de una emotiva bienvenida haciendo alusión al lema del evento: “Visibilizar para transformar fue el eslogan de nuestro primer congreso y visibilidad, sin lugar a dudas, hemos dado a las mujeres empleadas de hogar. Y ahora, con nuestro lema ‘Juntas transformamos desde la acción, ¿y tú?’ hemos querido dar cuatro mensajes: juntas porque representa la unión y la fuerza; transformamos porque hay que generar cambio; acción porque implica movimiento; ¿y tú? Para llamar a la participación y ser parte de este cambio”.

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En los últimos cuatro años, las empleadas del hogar y los cuidados han sabido visibilizar su situación y sobre todo, organizarse, creando asociaciones, colectivos e incluso cooperativas. También han llegado hasta presentar proyectos no de ley, enmiendas y mociones en ayuntamientos locales, autonómicos y el congreso nacional.

Falta de voluntad política

Pero sus precarias condiciones laborales han mejorado muy poco. Supuestamente, su sistema de cotización iba a equipararse al régimen general de la Seguridad Social a partir del 1 de enero del 2019, pero la Enmienda 6777 de los presupuestos generales del Estado hizo retrasar la entrada en vigor de esta justa medida hasta enero de 2024. Tampoco el estado español ha ratificado el Convenio 189 de la OIT, lo que impide que las empleadas del hogar disfruten de derechos tan básicos como la prestación por desempleo, entre otros.

“Si no se ha ratificado es por falta de voluntad política”, enfatiza Carolina Elías, recordando un argumento que esgrimió uno de los funcionarios con los que alguna vez han tenido que negociar: “quienes votan no son las empleadas del hogar sino sus empleadores”. Elías reclamó también que la ratificación del Convenio deberá ir acompañada de otras “políticas públicas para que los cuidados estén garantizados, pues muchas familias no pueden pagarlos”.

De hecho, la crisis y los recortes que se aplicaron, se tradujeron en un aumento del trabajo en régimen de interna, hasta un 45 o 55 por ciento, ya que “para las familias es más asumible económicamente”. Un régimen que las organizadoras del congreso consideran de “esclavitud” y que se ve favorecido por la presión de la Ley de Extranjería. “Las mujeres prefieren no estar expuestas a redadas racistas que las lleven a un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIEs), por no tener papeles, o a su expulsión”, explica Carolina Elías, “ello hace que muchas veces acepten cualquier condición”.

Es una muestra más de que “el trabajo doméstico y de cuidados no es indigno, sino que lo indigno son las condiciones en las que se realiza”, según explicó Eda Marina Santos, de la Red de Trabajadoras Domésticas de Honduras una de las encargadas de poner el acento internacional al congreso. Para la hondureña es imprescindible “articular y fortalecer luchas” entre las mujeres de distintos países para acometer la dignificación del trabajo doméstico, que va más allá de lo económico.

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El lugar que acoge el congreso es una muestra de la capacidad movilizadora y transformadora de las empleadas del hogar. Este centro abrió sus puertas en junio pasado para albergar el proyecto “Empoderamiento de mujeres migrantes empleadas de hogar para la defensa de sus derechos laborales”, largamente elaborado, tramitado y dotado de presupuesto, mediante convenio, por la anterior corporación municipal de la Junta de Distrito de Usera, encabezada entonces por la concejala de Ahora Madrid, Rommy Arce.

Desde el verano, según explicó Carolina Elías, se ha atendido a más de 350 mujeres en los servicios de asesoría laboral, jurídica y psicológica, y más de mil mujeres han participado de las distintas actividades formativas, informativas y lúdicas.
El domingo, el Congreso acabó con una acción reivindicativa en las afueras del CETHYC que incluyó muestra de teatro, lectura de comunicado y canciones. También se realizó una versión de la canción de Las Tesis, “el violador eres tú”.

Fotos: AmecoPress
Agencia AmecoPress

Trabajadoras del hogar y cuidados del estado español se reúnen en Madrid