martes. 16.04.2024
marea blanca sevilla foto sinpermiso
Marea Blanca Sevilla (Foto: sinpermiso.info)

Existe un fenómeno que denominamos “verano sanitario” y consiste en que durante los meses de julio, agosto y septiembre los recursos asistenciales sanitarios públicos toman vacaciones y, como consecuencia, se cierran apagando la luz, no se sustituyen a los trabajadores que en gran proporción disfrutan de sus merecidas vacaciones en ese período y no pasa nada, a disfrutar de las bondades del estío. Esta decisión política, esta “medida de gestión sanitaria” se ha consolidado y ocurre desde hace más de veinte años. Los i/responsables sanitarios públicos consideran que las enfermedades tienen también derecho a disfrutar de unas vacaciones… pero están gravemente equivocados. Por eso, las personas que enferman tienen mayores riesgos en los períodos estivales. Inaceptable. Ahora eso sí, supone un ahorro importante para unas arcas que, por otra decisión política, están con telarañas. No todos los sectores sufren esta penosa situación.

Pues bien, el balance del verano sanitario de este año es más de lo mismo. Los i/responsables sanitarios actuales que han estado años denunciando desde la oposición las vacaciones sanitarias en el período socialista aceptan con disciplina cuando están en el poder la misma situación, con las mismas consecuencias. Las listas de espera aumentan, la sanidad pública se desmantela y la privada aparece como la única solución. Más de lo mismo, el poder parece que anestesia las inteligencias y las palabras previas. Lo que nos preocupa y mucho es que la colaboración pública-privada sea el actual objetivo prioritario. Primero deteriora lo público y después lo privatiza. Es una estrategia bien conocida.

Las listas de espera aumentan, la sanidad pública se desmantela y la privada aparece como la única solución

Algunos ejemplos que nos comentan ciudadanas que asistieron a nuestra última asamblea: “padecí la emisión de sangre anal en junio, me ve el digestivo en septiembre, me pide una colonoscopia y me dicen que espere hasta que en octubre me comunican que me la harán en una clínica privada de Chiclana. Estoy citada con digestivo el 31 de Enero de 2020”. La fortuna y la propia naturaleza decidirán si este episodio ha sido grave o no. Si no fuera dramático, sería cómico. Otro ejemplo, “voy con mi nieta a pedir cita a pediatría y me la dan a los seis días”. Si puedes acude a la privada. Por las tardes en verano te atienden fundamentalmente residentes en formación, no hay citas programadas en los centros de salud por las tardes, no hay pediatras por las tardes, etc. Absolutamente indignante e inaceptable.

Las soluciones a este desastre organizativo se basan en defender con la máxima intensidad a la sanidad pública por encima de toda colaboración, al menos hasta que lleguemos al límite de nuestras posibilidades. Hay que pararse, hay que analizar honestamente las consecuencias de las decisiones políticas que hemos tomado o hemos aceptado y rectificar si el resultado es el que es, un desastre progresivo que está desmantelando el Sistema Sanitario Público Andaluz. La primera decisión fue que, aprovechando la crisis financiera, los poderes fácticos vieron la oportunidad de acabar con el sector público y que reaparecieran los mercados sanitarios, educativos, dependencias, protección social, etc., que son muchos y muy apetitosos. Y con ese objetivo deciden “recortar los presupuestos de los servicios públicos básicos”, disminuir, como consecuencia directa, las plantillas que nos atendían, deteriorar lo público y posteriormente privatizarlos, eso sí con el eufemismo de llamarlo “colaboración pública-privada”, de risa, la colaboración entre el zorro y las gallinas para subsistir en el corral.

LOS RECORTES EN ANDALUCÍA, EN DATOS

Algunos datos para que nos entiendan: en Andalucía, se han recortado miles de millones de euros cada año que se destinaban a Sanidad Pública. El resultado final es que en estos diez últimos años se han “ahorrado” más de 8.000 millones de euros, es decir, se han “comido” una anualidad sanitaria. En Andalucía se cubre sólo el 10% de las bajas o jubilaciones de los profesionales sanitarios, lo que significa que existen miles de trabajadores menos que hace diez años. El deterioro es obvio, no hace falta hacer un máster en gestión sanitaria. En concreto, el recorte del presupuesto de este año es de 500 millones de € con respecto al de 2009, corregido por el correspondiente cambio del IPC.

Más datos. En el presupuesto aprobado para este año, las partidas para personal quedan prácticamente igual, mientras las destinadas para gastos a proveedores externos (reactivos, prótesis, conciertos) se incrementa en 400 millones de €. Además, se pretende anular la subasta de medicamentos, lo que representará 200 millones de € más cada año para la industria farmacéutica, la pretensión de eliminar el concepto de exclusividad de los médicos y cargos intermedios del SAS, para favorecer el paso de facultativos al sector privado y la gestión de lo público desde la privada.

Por todo lo anterior y por otras muchas cuestiones que no podemos resumir en este artículo pero que se pueden debatir públicamente, es por lo que la Marea Blanca Gaditana no está dispuesta a contemplar plácidamente cómo aniquilan el sistema sanitario público universal, gratuito, equitativo y de la máxima calidad. Estamos convencidos que tenemos razones poderosas para defenderlo porque es fundamental para millones de personas que, por diversas circunstancias y no por causas naturales, se encuentran en la marginalidad social y económica. Por eso vamos a convocar a la sociedad gaditana para que debatamos, para que nos informemos y así dificultar que nos engañen, que sepan lo que significan los eufemismos y que defiendan sus derechos. Sólo desde el sector público es posible concebir que nuestros derechos prevalezcan sobre los intereses comerciales de las multinacionales sanitarias.


Antonio Vergara de Campos | Marea Blanca Gaditana | Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública

​Imagen: sinpermiso.info

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