jueves. 28.03.2024
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Las imágenes de nuestros vecinos galos corren como la pólvora por las redes sociales, los que vienen a ver museos, pero museos del jamón, disfrutan la permisividad de la expresidenta de la Comunidad de Madrid mientras esta tiene la desvergüenza de llamarles turistas de cultura, sin animo de ofender a nuestros compatriotas palmesanos, podemos afirmar que el foro ya es el Magaluf del año 2021.

¿Pero qué ocurre en Madrid mientras a voz en grito llamamos a los de afuera?, ojo, cuando digo a los de afuera me refiero a los que tienen cash, poco tardó Almeida en retirar la pancarta “Welcome Refugees” del edificio de Correos, aquí solo son bienvenidos los que traen billetes, aunque de estos vengan acompañados unos pocos de virus, a fecha 24 de Marzo, Francia es uno de los países con mayor tasa de muertos por COVID-19, registra, según los últimos datos, 4.374.774 personas confirmadas de coronavirus. En estos momentos, la tasa de pacientes confirmados de coronavirus en los últimos 14 días es de 523,39 por cada cien mil habitantes. Así pues, tiene una tasa de confirmados de coronavirus muy alta si la comparamos con la del resto de los países, se cifran en 93.083 personas fallecidas por coronavirus en el país vecino.

Volvamos a Madrid, ya la semana pasada contaba como la Comunidad de Madrid tiene en el más absoluto abandono a los municipios de la periferia, y pidiendo primero perdón a las vecinas de mi municipio, hoy me centrare en Móstoles.

Ya en el año 2017 era el vigésimo séptimo municipio más poblado del país y el segundo de la región, solo superado por la capital, según datos de 2020 del Instituto Nacional de Estadística ya cuenta con 210.309 habitantes, vamos, que podemos decir que somos unas pocas sureñas.

Con una inversión de 3,4 millones de euros, Ignacio González, quien fuera presidente de la Comunidad de Madrid, inauguraba en 2017 un nuevo centro de servicios sociales en Móstoles, que permitirá integrar todos los servicios sociales del municipio en un solo edificio, claro que la foto quedaba bien, como la de la línea de cercanías a Navalcarnero, línea jamás finalizada a pesar del multimillonario gasto ocasionado.

El Centro de Servicios Sociales, lleva cerrado a cal y canto un año, el peor año sufrido en Móstoles de las últimas 4 décadas, un año de pandemia mundial en el que la Comunidad de Madrid ha decidido dejar a los más vulnerables sin atención, en su web anuncian que reciben atención telefónica, sorpresa se llevarán si se van a las reseñas que tienen en Google, de las 27 mostradas, ni una sola es positiva, hasta 7 meses de espera para que te cojan el teléfono, normal, por teléfono no ven si llevas calcetines vistiendo chanclas playeras.

La Red de Solidaridad Vecinal de Móstoles, ya mostro públicamente su descontento el pasado 1 de Marzo, incluso me afirmaban que han intentado en tiempo y forma mostrar su descontento al consistorio mediante el registro de una pregunta, la respuesta un mes después todavía no ha llegado, cosa que no me extraña, a mi han tardado dos meses y medios en contestarme a una solicitud de información acerca de la empresa privada (Urbaser) encargada de la limpieza del municipio.

El municipio permanece totalmente de perfil ante los problemas de sus ciudadanos, Noelia Posse, una Alcaldesa salpicada por bastantes asuntos turbios no parece estar muy preocupada por los verdaderos problemas que suceden bajo su responsabilidad, ella es mas de llevarse calentitos 75.500.00 euros al año, mientras que su concejala María Dolores Triviño Moya, a razón de 64.175,00 euros permitía en plena pandemia varios desahucios, vulnerando así los derechos humanos y el propio real decreto de Estado de Alarma dictado por su propio partido.

Una vez más, la colaboración ciudadana ha sido la que ha sacado las castañas del fuego, una vez más la colaboración ciudadana ha sido la que ha estado al frente de los problemas, durante la pandemia la Red de Solidaridad Vecinal de Móstoles repartía a 400 familias alimentos, aproximadamente 1.600 personas recibían menús donados por mostoleñas, y almacenados y repartidos por la citada plataforma, tristemente tengo que comunicar que al verse desbordados, tuvieron que dejar de realizar este acoto solemne de solidaridad, ahora, desde mi humilde teclado, animo a las y los mostoleños a colaborar, y a la plataforma, en donde ayer tuve el honor de participar en una asamblea, a retomar esa función, vienen tiempo difíciles, y por desgracia, no podemos contar con nuestros dirigente políticos ni a nivel autonómico ni a nivel municipal, a riesgo de ser señalado por mis palabras, no puedo dudar un instante en afirmar que estamos gobernados por ineptos.

Nos costó mucho a las y los mostoleños expulsar a los franceses, a nuestra alcaldesa, al igual que a Ayuso, parece que les hubiese gustado que se quedasen.

Solo el pueblo salva al pueblo.

La liberté de Ayuso, solo para los franceses (y es que, a la hora de votar, es bueno...