domingo. 28.04.2024

Escribí lo que sigue el día 23 de agosto pero lo mando de nuevo para su publicación. Es verdad que algunas cosas han cambiado en las instituciones y pareciera también que en la sociedad española, pero eso es sólo en apariencia. Lo que sí parece confirmarse y abismarse son las dos Españas: la tradicionalista en el sentido peor del término, la machista e integrista católica, devota de Frascuelo y de María, la franquista de antaño y la de su herencia de ahora, la España de Vox y PP (en versión Ayuso), y la otra España, la de la esperanza, la de la solidaridad, la progresista, la liberal de antaño (siglo XIX) y la de los derechos civiles de ahora. Y el problema de la derecha es que parece que la España de ahora va siendo mayoritaria sociológicamente. Tal es así que muchos periodistas y hasta algunos políticos del tándem conservador ahora se ponen la careta feminista pero con… peros, refugiándose en la trinchera que evita el ridículo y, quizás, el estipendio. La grandeza del fútbol es que lo refleja todo, lo vomita todo, es síntoma, realidad y deseo de las dos Españas, pero también de las dos Argentinas, de las dos Italias, de las dos USA; deseos de libertad frente a conservadurismo, también en el peor deseo de la palabra. Y ya dejo el artículo tal como lo escribí porque, sociológicamente, nada puede cambiar en tan poco tiempo pero sí reflejar, dar luz a lo que estaba oculto, ocultado, soterrado.

La grandeza del fútbol es que lo refleja todo, lo vomita todo, es síntoma, realidad y deseo de las dos Españas (…); deseos de libertad frente a conservadurismo

Al día que escribo esto -23 de agosto- el pajarraco machista que preside la Federación Española de Fútbol aún no ha dimitido, lo cual es una vergüenza. Este señor -apellido Rubiales- dice que no entiende por qué se le pide la dimisión, pero lo entendería si la jugadora víctima fuera una hija –no sé si tiene hijas ni me importa- y otro machista la besara sin consentimiento. Los comentarios posteriores son un insulto y sus disculpas no creíbles: vete, dimite, Rubiales. Pero dejemos esto porque vamos a hablar de fútbol en sus varios aspectos y no de actos delictivos. Y el tema es que la selección femenina de fútbol absoluta el día 20 de agosto ha ganado la Copa del Mundo de fútbol absoluto femenino. Y el caso que 23 mujeres seleccionadas por el seleccionador Jorge Vilda han logrado la Copa batiendo en el último partido a Inglaterra, un magnífico equipo, aunque con el fútbol primitivo que caracteriza a las islas británicas de patadón y a correr. Pero lo hacen muy bien. Para Vox y el PP y sus votantes es otra nueva mala noticia tras las elecciones del 23 de junio, al preverse incapaz de conseguir la investidura el candidato elegido por el borbón Jefe del Estado, el Sr. Feijóo. Y digo otra mala noticia porque la mujeres y niñas que han jugado o intentado jugar al futbol durantes decenios han sufrido los insultos de machistas –de los Rubiales de turno- y que ahora se suben al carro de la victoria con vileza escondida y pesadumbre mal disimulada. El que tenga dura que lea los artículos de opinión –no las noticias- de estos días del ABCLa Razón o El Mundo, o vea algunos programas de los canales de derechas –la mayoría- de la tele. Todavía hay quien sostiene que quien tiene que decidir si es o no machista es la víctima, la jugadora Jennifer Hermoso. Incluso hay un artículo en el ABC tildando en el título de feminista a Rubiales. ¡Y para más escándalo el artículo lo firma una mujer!, cuyo nombre omito por no hacerla publicidad y lo que deseo es que abusen de ella como lo ha hecho el pajarraco ya mencionado con Jenni.

Los que somos aficionados no vamos a olvidar momentos sublimes. Por ejemplo, los dos recortes de Aitana Bonmatí a lo Iniesta en el área grande

El título no sólo les corresponde a las 23 seleccionadas sino también a las 12 de las 15 que se rebelaron contra el seleccionador por incompetente y otras reivindicaciones. A pesar de todos los machismos y dificultades puestas por la Federación y los insultos machistas, a pesar de que no eran propiamente profesionales hace menos de un quinquenio, a pesar de lo poco que ganan para estar preparadas para disputar una competición internacional, a pesar de ello, a la tercera intentona han conseguido la Copa del Mundo, cosa que sólo consiguieron los chicos pasados casi cien años de la Federación masculina. Y es que juegan muy bien al fútbol, casi nada es casualidad y menos cuando se suceden los partidos y ganan casi todos y juegan siempre mejor que las rivales. Sólo perdieron contra Japón cuando ya estaban clasificadas, pero luego ganaron sucesivamente a Suiza, Países Bajos, Suecia e Inglaterra. Los que somos aficionados no vamos a olvidar momentos sublimes. Por ejemplo, los dos recortes de Aitana Bonmatí a lo Iniesta en el área grande, dos tiros a los postes y dos goles sucesivos a Suiza; como ese segundo gol de la selección de Salma Paralluelo en la prórroga contra Países Bajos, minuto 111: Salma recibe el balón en el medio campo, la gacela de la selección corre con el balón más que la defensora sin él y cuando pasa el área grande hace un amago de salida por dentro, la holandesa cae levemente en el amago pero lo suficiente para que la salida la haga Salma por fuera, arme su pierna izquierda, zurdazo al poste izquierdo por dentro y ya estábamos en semifinales. Y la expresión de Salma gritando con la boca casi desencajada me recordaba a la de Tardelli en el tercer –creo que el tercero- a Alemania en el mundial de España. Sí, el fútbol es más que un deporte, pero no debe dejar de ser también deporte aunque pueda representar otras cosas. Otros dos momentos sublimes son los dos carmonazos de Olga Carmona casi de la misma forma, pero me quiero detener en el último, en el que deja a Inglaterra y sus leonas como subcampeonas: Aitana le quita el balón a una inglesa en el centro del campo -como tantas veces hacían Iniesta y Xavi-, el balón le llega a Tere Abelleira en el costado derecho del campo, pero esta jugadora –para mí la más importante de la selección-, con una visión de juego incomparable, ve a Mariona Caldenteydesmarcada en la izquierda y se lo envía con precisión de cirujano; Mariona lo recoge y con toque preciso se lo da a Olga Carmona que corría por fuera para ejecutar el segundo carmonazo. A la portera inglesa ya se le quitó las ganas de seguir sacando la lengua en un gesto raro, al menos, por no entederlo despreciativo. Por cierto, ¿alguien se ha dado cuenta que de Ona Batlle, la lateral derecha de la selección, no se ha ido ni dios por su lado?: ¡vaya defensora!

Yo no puedo evaluar si las jugadoras han ganado el título gracias también al seleccionador Jorge Vilda o a pesar de él. Se ha dicho que ha acertado en los cambios, pero ocurre que cuando te equivocas en los planteamientos iniciales luego, en los cambios, aciertas casi sin querer. Pasó con Japón, pero lo mejor es que lo decidan las jugadoras, las 23 que han estado y las que no han estado –creo que quedarían 12-, porque esta vez se han ganado oficiosamente ese derecho. Que se vaya Vilda con el Rubiales y no les veamos más las caras; en el caso de Rubiales, la geta.

Madrid, 29 del ya no tórrido agosto del 2023. 

Féminas, 1; VOX y PP, 0