viernes. 29.03.2024

El rey Felipe VI ha dejado sin la asignación a cuenta de los Presupuestos del Estado a su padre el rey emérito Juan Carlos de Borbón.

Esta decisión llega horas después de leer en 'The Telegraph' que el actual jefe del Estado aparece como segundo beneficiario de una fundación 'offshore' donde se ingresó una supuesta donación de 65 millones de euros de Arabia Saudí a su padre. Esa cantidad se habría depositado en una cuenta abierta en el banco privado Mirabaud, a nombre de la Fundación Lucum. 

Ya en el año 2012 el diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares preguntó en el Congreso de los diputados por este tema.

En un comunicado, la Casa Real comunica que el Felipe VI renuncia a aquello que "personalmente le pudiera corresponder, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada". Según esta redacción no renuncia a la herencia de su padre, sino sólo a la parte que no esté "en consonancia de la legalidad".

La nota evidentemente no aclara que se hará con los fondos existentes en dicha fundación y si pasará en caso de renuncia por alguno de sus beneficiarios a otras personas. 

El jefe del Estado también ha introducido una cronología con todas las actuaciones que llevó a cabo en la primavera del año pasado, después de conocer, el 5 de marzo de 2019, que era el beneficiario de la "Fundación Lucum" cuando falleciera su padre. Lo supo, señala el comunicado, por una carta que le mandó a la Casa del Rey el despacho de abogados Kobre&Kim. 

Felipe VI fue al notario en abril del 2019 

Tras trasladarle copia de la carta a Juan Carlos y "a las autoridades competentes", el día 21, comunicó a ese despacho de abogados que no designaría a ningún representante legal para "iniciar negociación alguna" con ese bufete porque no tenía ni "conocimiento, participación o responsabilidad en los presuntos hechos que mencionaba".  

Después se fue al notario, el 12 de abril, para manifestar que había dirigido una carta a su padre a fin de que "si fuera cierta su designación o la de la Princesa de Asturias como beneficiarios de la citada Fundación Lucum, dejara sin efecto tal designación, manifestando igualmente que no aceptaría participación o beneficio alguno en esa entidad".

El comunicado subraya que el Monarca actual quiere cumplir la palabra que dio en su discurso de proclamación, el 19 de junio del 2014. “La Corona debe (…) velar por la dignidad de la Institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social. Porque, sólo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones. Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren –y la ejemplaridad presida– nuestra vida pública. Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos.” 

La fundación Lucum

Según el rotativo, en los estatutos de Lucum aparece Felipe VI como segundo beneficiario. Figura así que "el segundo beneficiario debe mantener durante su vida al resto de la Familia Real" y "satisfacer" cualquier "petición razonable" que pudieran hacerle su madre, hermanas e hijos.  La Casa Real no quiso comentar esta información del 'Telegraph' cuando este diario se lo planteó.

El rey emérito habría creado la fundación Lucum,radicada en Panamá, el 31 de julio de 2008 y con  una cuenta en el banco suizo Mirabaud en Ginebra para recibir una donación del entonces rey saudí, Abdullah bin Abdulaziz Al Saud. Entre los movimientos de Lucum también aparecen cuatro transferencias a España durante los primeros seis primeros meses de 2009 que suman 800.000 euros.

Esta información se publica una semana después de que se conocerse que la fiscalía suiza investiga al rey emérito por un supuesta donación de 89,7 millones del rey saudí en el 2012. Parte de ese dinero -unos 65 millones- habría ido a parar en la cuenta de la amiga del rey Juan Carlos,  Corinna Larsen.

Tanto el juez Manuel García-Castellón como la fiscalía Anticorrupcion han cursado comisiones rogatorias a Suiza en relación con lo encontrado por la fiscalía de allí. El juez debe decidir si reabre la pieza Carol y Anticorrupción utilizará la información que le manden en las diligencias que tiene abiertas para investigar el presunto cobro de comisiones por la construcción del AVE en Arabia Saudí.

Felipe VI retira la asignación económica a su padre