jueves. 28.03.2024

Como ya sabemos, Sartre escribió en 1955 su única comedia, llamada Nekrassov y ambientada en el mundo de los medios de comunicación. En ella no prescinde de la filosofía y hace un verdadero análisis de la jerarquía de poder en la que los medios de comunicación, en ese momento la prensa, sirven de fieles esclavos por devoción a los poderosos del momento e identificaban un enemigo claro: el comunismo.

Ahora sería el socialcomunismo, instalado en la Moncloa por el voto de los españoles y españolas. Como podemos observar, esta obra de teatro, aun escrita a mediados del siglo XX, es más actual que nunca. Sartre dice en un pasaje que “el periódico debe propagar miedo y hacer creer al pueblo lo que ellos quieren creer”, justamente lo que hacen los medios cuando informan de la vinculación entre la muerte de una persona y su vacunación reciente de AstraZeneca sin haber esperado a los resultados de la autopsia. Es decir, meter miedo para tener al pueblo controlado (y engañado).

Sin embargo, lo que más nos tiene que doler como sociedad es que, con la disolución de la Asamblea, se ha paralizado la comisión de investigación de las residencias madrileñas. ¿Casualidad o causalidad?

Gracias al poder de los medios de comunicación, solo nos enteramos de lo que quieren que sepamos. De este modo, podemos descubrir que en el Telediario de TVE dicen que “comienza la operación salida por el puente de san José”, cuando sabemos perfectamente que las comunidades estaban cerradas perimetralmente debido a un pacto del Consejo Interterritorial.

Gracias al poder de este sector, no sabemos que el adelanto de las elecciones de la Comunidad de Madrid (querido y firmado por Isabel Díaz Ayuso) trae consigo la paralización de 1.000 millones de euros en ayudas para autónomos. Eso sí, Isabel Díaz Ayuso ha prometido dar esa ayuda si gana las elecciones. No ha tenido tiempo de darlas durante este año de pandemia y ahora utiliza dichas ayudas como zanahorias para las elecciones. Asimismo, esta promesa la hizo como presidenta de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol y en rueda de prensa, aparte de recordar ciertos “logros” obtenidos durante su mandato.

Esta promesa fue proclamada por los medios de comunicación; lo que no nos contaron es que lo que hizo Ayuso lo prohíbe expresamente la Loreg en su artículo 50: Desde la convocatoria de las elecciones y hasta la celebración de las mismas queda prohibido cualquier acto organizado o financiado, directa o indirectamente, por los poderes públicos que contenga alusiones a las realizaciones o a los logros obtenidos, o que utilice imágenes o expresiones coincidentes o similares a las utilizadas en sus propias campañas por alguna de las entidades políticas concurrentes a las elecciones.

Sin embargo, lo que más nos tiene que doler como sociedad es que, con la disolución de la Asamblea, se ha paralizado la comisión de investigación de las residencias madrileñas. ¿Casualidad o causalidad? Una sociedad democrática y justa debe saber a toda costa lo que ocurrió en las residencias durante la pandemia. Debe saber quién o quiénes enviaron los protocolos que excluían a nuestros mayores de la atención sanitaria, que les excluían de su derecho a ser atendidos, que vulneraron sus derechos y les dejaron morir. Hubo dimisiones, pero nadie asumió sus culpas. El PP negó la existencia de dichos protocolos y al día siguiente salieron publicados en los periódicos.

Resulta irónico, el Partido Popular vota en contra de la Ley de Eutanasia, del derecho a morir dignamente con garantías, y, a su vez, niega el socorro a los ancianos y les deja morir sin que ellos lo hayan pedido ni hayan firmado una declaración ni haya habido un comité médico evaluador. De esto tampoco nos informan los medios de comunicación. 

Lo que esconden los medios de comunicación y el poder