martes. 23.04.2024

El diputado Juantxo López de Uralde es una de las voces más reconocidas del ecologismo político español. Hablamos con él para conocer su análisis de la situación actual y de los desafíos sociales, económicos y ambientales que se nos plantean en el futuro próximo.

LOPEZ URALDE

Hace tan solo unos pocos y eternos meses, el debate sobre el cambio climático, los impactos socioeconómicos que provoca y cómo debemos responder colectivamente a estos desafíos estaban cobrando impulso en la agenda política y social. La urgencia sanitaria que vivimos y la depresión económica que vemos venir en el horizonte parecen haber relegado este debate. Sin embargo, cada vez más expertos consideran que existe una relación entre ambas crisis, la climática y la sanitaria, postulando que la salida a la depresión económica solo es viable desde la sostenibilidad y una economía con menos carbono. 

Juantxo López de Uralde, ex director ejecutivo de Greenpeace España y fundador de EQUO, ahora diputado en el Grupo Parlamentario Unidas Podemos, representa la voz del ecologismo político en el Parlamento, para que nos aporte su visión sobre cómo afectará la pandemia a la lucha contra el cambio climático y a la agenda de transición ecológica.


Alba M. Martínez Vicente y José An. Montero | ¿Cree que esta crisis sanitaria y la anunciada crisis económica afectarán a la transición ecológica o es una oportunidad para acelerarla?

Juantxo López de Uralde | Es una encrucijada en la que podemos utilizar lo que hemos aprendido para avanzar hacia esa transición ecológica o aplazarla. Yo soy pesimista porque los indicadores dicen que hay una cierta urgencia productivista. No parece que algunas cosas que hemos visto durante esta crisis como la limpieza del aire de las ciudades, que se ha visto que no es necesario que estén permanente contaminadas sino que puede haber un aire limpio. Sin embargo, parece que en vez de preservarlo hay una tendencia a salir todos y además en coche privado porque en el transporte público igual nos podemos contaminar. Por lo tanto, en esta encrucijada podemos salir aprendiendo la lección o podemos salir con más de lo mismo, me temo que los indicadores van por este segundo sentido. Ojalá me equivoque. 

¿Hemos retrocedido en el camino de la concienciación con el cambio climático? 

Detrás de esta pandemia está la emergencia climática, que nos puede llevar a situaciones más graves de la que estamos viviendo

Sí, es una paradoja pero hemos llegado incluso a ver como han fumigado con lejía las playas de Zahara de los Atunes, en Cádiz, es el extremo de hasta dónde estamos llegando. Se está perdiendo la noción de que el principal protector que tenemos contra futuras pandemias es la naturaleza, el medio ambiente, que lo que dice la ciencia, la preservación de la biodiversidad es la que impide el salto de virus que están en las especies animales a la especie humana. La naturaleza es el primer escudo que tenemos contra las pandemias. Detrás de esta pandemia está la emergencia climática, que nos puede llevar a situaciones más graves de la que estamos viviendo. No me cansaré de decir que esto es un pequeño adelanto de lo que puede ser la crisis climática. Si nos referimos a las pandemias, como a otras enfermedades que hasta ahora no podían llegar a determinadas latitudes, debido al cambio climático están llegando, es el caso del mosquito Tigre o del Dengue. Si a eso añadimos la destrucción de la biodiversidad, fundamentalmente de las selvas y de los bosques, nos encontramos con un panorama que debería hacer de esta crisis un punto y aparte en la necesidad de una transición ecológica.

¿Es posible un turismo más sostenible o la urgencia llevará a reproducir el mismo modelo?

Lo que pase con el turismo dependerá también de la situación global, el coronavirus no es uniforme, hay países como el nuestro que están bajando en la famosa curva, pero hay otros países o continentes enteros como América que están en plena subida, el flujo de turistas no va a ser igual. Alemania ya ha decretado que los turistas alemanes no podrán venir a España. Es un sector que está mostrando sus vulnerabilidades. Tenemos que aprender a diversificar más nuestra economía, la primera lección es que no podemos seguir siendo dependientes de uno o dos monocultivos. No deberíamos permitir que nuestro país se quede fuera de ciertas producciones y que en un tiempo nos encontremos con un nuevo cierre industrial. De ahí la importancia de esa transición ecológica y de diversificar. Hay que ponerse a ello. 

¿Es necesaria una apuesta por el sector primario de cercanía y la relocalización de cultivos como parte de un cambio de mentalidad? 

Sin duda, estamos viendo la importancia de la producción local. Esta crisis nos ha mostrado que es muy importante que sigamos teniendo capacidad de producción local. También que no podemos prescindir de la mano de obra inmigrante porque muchas veces se lanzan mensajes destructivos contra estas personas. Ahora tenemos un problema en el sector primario debido al cierre de fronteras y se está buscando la manera de cubrir, pero se pueden perder cosechas y hay alertas importantes. Todo esto tiene que servir para poner en valor el sector primario, pero de la misma manera, de una forma diversificada, promoviendo la pequeña producción frente a la agroindustria que es la que va creciendo y dominando la producción agraria. Quien debe tener más nuestro apoyo con medidas concretas es el pequeño productor, es el que mantiene y sostiene la vida rural, la vida en los pueblos.

uralde

¿Es esto un ensayo general antes de la catástrofe, como hemos leído estas últimas semanas? 

Nadie lo sabe, tenemos que confiar en lo que nos dicen los expertos sobre el cambio climático (IPCC) que en su último informe nos daba diez años para ese cambio y creo que sí urge acelerar la transformación, la transición ecológica. La esperanza tiene que estar ahí, es lo único que nos puede mover, si caemos en la desesperanza no hacemos nada. El cambio es urgente y esta crisis debe servir para mostrarnos a lo que nos podemos enfrentar. Aprovechar la oportunidad de la aceleración, sin olvidar que hay fuerzas muy potentes que trabajan para que nada cambie y para que volvamos cuanto antes a la situación anterior, al productivismo capitalista que nos ha traído hasta aquí. 

Las teorías sobre la creación de este virus en un laboratorio chino suelen provenir de las mismas fuentes que niegan el cambio climático, ¿es casual?

Estas dos teorías tienen una relación evidente y es el alejamiento o el negacionismo de la ciencia, es decir, en este momento las evidencias científicas nos están diciendo es que es un virus natural, animal, nos demuestran que no viene de una manipulación humana. Es exactamente el mismo negacionismo que está detrás del cambio climático, es negar la evidencia científica, por intereses geopolíticos muy cortoplacistas. Dónde nos lleva esa teoría, no lo sé, creo que hay un trasfondo xenófobo, racista, detrás. 

Mientras tanto, hay una agenda para desmantelar la sociedad de bienestar y de los derechos humanos utilizando el miedo. Es la doctrina del shock que nos enseñó muy bien Naomi Klein, que trata de la sociedad en un estado de shock, de miedo, necesita ciertas seguridades. Ahí es donde precisamente están agitando esos miedos, en contra de quienes el gran delito que estamos cometiendo es tratar de que esta crisis afecte lo menos posible a los sectores más desfavorecidos de la sociedad.

¿Desde dentro del Parlamento se ven las cosas tan crispadas como las vemos desde fuera?

Desgraciadamente sí. La entrada de Vox ha tensionado mucho al parlamento español. Ha estirado las posiciones de la derecha hacia la extrema derecha, el Partido Popular ha perdido la noción de dónde debe estar, trata un poco de competir con Vox y eso hace que en el día a día del Congreso haya nerviosismo. Vox está jugando un papel de fractura, de romper las iniciativas, tanto en los plenos como en la comisiones con intervenciones disruptivas. Creo que el Gobierno está aguantando y aguantará toda la legislatura. 

Lo mejor que le ha ocurrido a la lucha ecologista en el último año ha sido que aparezcan movimientos como Fridays for Future, que los jóvenes tomen las calles y que asuman esta bandera

¿Hay riesgo de un cierto desencanto con la política y los políticos?

Más que miedo es preocupación. A mí sí me preocupa porque creo que la política es una herramienta necesaria. Parte de esta campaña de descrédito en la que vale todo, por parte fundamentalmente de la extrema derecha y de la derecha que son los que menos necesitan de la política porque ya controlan a través de los poderes económicos, se trata de desacreditar al conjunto de la acción política y eso evidentemente en una situación de crisis puede calar en la ciudadanía. Creo que hay que estar muy alerta porque si uno mira la historia de nuestro país y la global, vemos a qué llevó una situación de este tipo, la Alemania de los años 30, por ejemplo. 

¿El fenómeno Greta Thumberg y los movimientos Friday for Future nos dan esperanza de que el pensamiento verde cale entre los jóvenes? 

Lo mejor que le ha ocurrido a la lucha ecologista en el último año ha sido que aparezcan movimientos como Fridays for Future, que los jóvenes tomen las calles y que asuman esta bandera. Te lo dice un ecologista viejo que durante muchos años hemos vivido con frustración, por cómo aquello de que en las manifestaciones estábamos siempre los mismos, nos conocíamos todos, tenía un sentido de amistad y de tribu importante, pero no de movilización social que era necesaria y que había ocurrido ya en España. Ahora, este movimiento es lo más esperanzador que ha pasado en los últimos años en la lucha ecologista global, es un mensaje muy sencillo pero muy sincero. El mensaje de los jóvenes de “dejad de destruir la tierra”, “necesitamos tener un futuro”.

“La naturaleza es el primer escudo que tenemos contra las pandemias”