martes. 19.03.2024
victoria pp madrid

Desde la depresión y la frustración, es necesario elevar el vuelo y adquirir altura, perspectiva. No caer en la trampa de los medios, casi todos, que han trabajado para defender sus intereses que, obviamente, no son los de los ciudadanos. La cosa no va de si se ganan tres o se pierden cuatro, de si en tu calle han votado verde o azul o si la abstención es de izquierdas o de derechas. Nos quieren perder en el laberinto de lo concreto, por relevante que pueda parecer.

De lo que se trata es de saber dónde estamos, cuánto hemos avanzado desde 1976. Conocer los límites al cambio. Constatar como el “atado y bien atado”, visto lo visto una vez más, resulta irrefutable. Cómo hagan lo que hagan, roben o maten, ahí siguen. Presenten a quién presenten, por impresentable que sea. Buena prueba es el dúo madrileño. De sainete. Incluso cuanto peor mejor. Rajoy dixit: “Cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor. Mejor para mí el suyo beneficio político”. Constatar la innegable capacidad del régimen franquista para reproducirse medio siglo después, para mantener infectado el Estado. Vox es un adorno innecesario, una salvaguarda porque está inmanente en toda la estructura política y social. Y constatar también la incapacidad del sistema auto inmune para superar la pesadilla. Para crear y defender un marco cómodo para todos, que no se funde en el privilegio,  la dualidad y la imposición.

En la misma línea, el reiterado fracaso de la socialdemocracia española, marcada por los estrechos márgenes, dentro del sistema y del régimen, en que la definió Felipe González. Tanto que en cuanto mínimamente se intenta acercar a sus esencias como son entendidas en Europa, se precipita al abismo. Lo de Leguina no parece meramente anecdótico, por zafio que resulte el personaje.

Y si me apuran, ¿no es el resultado electoral en Madrid una mafiosa “oferta que no podrá rechazar”, una amenaza a Sánchez por haber intentado sobrevivir poniendo un pie fuera del franquismo, desbordando las esencias del régimen perpetuo? A la vista del odio personal inducido hacia Sánchez e Iglesias, a la vista de los sobres con balas… ¿a alguien le queda alguna duda de que el Gobierno de coalición transgrede “lo atado”, las reglas no escritas impuestas por el franquismo a esta democracia tutelada nuestra?

Dicho de otra manera, me refiero a la necesidad inexcusable de reformas de calado, de una segunda transición que introduzca factores de calidad democrática. Se trata de cosas elementales. De desmontar la armazón franquista que persiste inalterada y hasta ahora inalterable en las tripas de la Constitución del 78. De la abolición de la monarquía. De la asunción de la laicidad del Estado y la denuncia del Concordato. De la efectividad del Estado Social de Derecho proclamado formalmente pero atacado y parasitado cada día. De la constitucionalización de los derechos a la Seguridad Social, a la Sanidad Pública, a la Enseñanza Pública y Gratuita. Del desguace de los grupos oligárquicos que, desde los poderes formales o de hecho, soportan el “régimen”.

Por qué los honrados votan a los corruptos y los ladrones… Por qué las víctimas son cómplices de sus victimarios

Alguien con más conocimientos que yo debería intentar explicar el recurso reiterado, habitual cíclico en este país al “¡viva las caenas!”. Por qué buena parte de los funcionarios y empleados públicos, a los que el PP les rebajó sus haberes en un 5%, les congeló sus retribuciones y minoró sus derechos han pasado página… Por qué buena parte de los trabajadores, paganos con los anteriores de todas las crisis, han olvidado la más agresiva reforma laboral (léase pérdida de derechos)... Por qué los pensionistas votan a quienes reducen el poder adquisitivo de sus rentas. Por qué los pacientes del Covid y los familiares de los fallecidos del Covid han perdonado la lamentable gestión de la pandemia por la Comunidad de Madrid… Por qué quienes tienen escolarizados a sus hijos en la pública votan a quienes defienden la privada y la concertada… Por qué quienes carecen de seguros privados de Salud, a quienes defienden la sanidad privada… Por qué las mayorías votan privilegios para las minorías… Por qué los honrados votan a los corruptos y los ladrones… Por qué, en definitiva, las víctimas son cómplices de sus victimarios.

No tengo la respuesta. En mi infancia nos enseñaban sin alternativa Historia Sagrada. Con matices antisemitas, que también hoy persisten. Nos inducían a culpar a los judíos por elegir a Barrabás en lugar de a Jesús. Hoy, muchos años después, mi pregunta es por qué Poncio Pilatos, los romanos, el sistema político en definitiva, que desde luego no era democrático, posibilitó que los judíos congregados eligieran a Barrabás. Del mismo modo hoy, ¿es el franquismo una alternativa democrática?

¿A quién queréis, a Jesús o a Barrabás?