sábado. 27.04.2024
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Acto de campaña de Vox.

En cuanto a la tristeza, se debe a que no podía imaginar tras 40 años de democracia que se haya expandido tanto odio en la mitad de la sociedad española contra la otra mitad. Yo pertenezco a esta segunda mitad, y, en absoluto siento odio alguno hacia la primera. El odio solo se combate rechazando el contagio. Hacerle frente con más odio es lo que quienes odian quieren. No quiero que el nuevo placer de odiar libremente se normalice. Si se normaliza vamos inexorablemente hacia el desastre colectivo.

Resulta difícil de entender el gran éxito de la campaña de odio contra Sánchez por parte del PP y sus medios afines

He votado por correo, sí, pero con muy poca alegría y con mucho pesar. Como español, me siento profundamente compungido. Resulta difícil de entender el gran éxito de la campaña de odio contra Sánchez por parte del PP y sus medios afines. Sobre la actuación de los dirigentes del PP, podemos hacernos una idea aproximada, observando el comportamiento de Feijóo, paradigma de la mentira permanente, tal como puso en evidencia la periodista de RTVE en una entrevista realizada, Silvia Intxarrondo. Observar la cara de Feijóo, cuando le rectificó y corrigió sus mentiras sobre la revalorización de las pensiones con el IPC durante los gobiernos del PP, debería estudiarse como ejemplo del periodismo auténtico en los grados de periodismo. Un político en campaña electoral puede decir lo que le parezca oportuno, ejerciendo su libertad de expresión. Pero, lo que no puede hacer es mentir. Es exigible éticamente ser veraz en la información que trasmita. Y un periodista, si es un auténtico periodista, no un perista, cuando en una entrevista observe que un político esté trasmitiendo datos o informaciones no veraces, debe advertirlas y corregirlas para que la ciudadanía tenga el adecuado conocimiento de causa. y que ahí, en el conocimiento de causa, «se encuentra todo el problema de la democracia». O lo que es lo mismo, la ciudadanía tiene que estar suficientemente informada, para poder decidir con criterio su voto.

James Madison, el forjador de la Primera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, que garantiza el derecho a la libre expresión dijo: “Un pueblo que desea gobernarse a sí mismo necesita armarse con el poder que le proporciona la información”. En democracia, la verdad es hija de la transparencia. Como señaló, Louis Brandeis, juez de la Corte Suprema de los Estados Unidos “la luz del sol es el mejor desinfectante”. 

Lamentablemente hemos observado dos actuaciones periodísticas muy diferentes. La de los periodistas de Atresmedia en el debate de Sánchez y Feijóo. Y la de la periodista de TVE entrevistando a Feijóo. Ha existido estos años un periodismo de trincheras, que escupe odio y que disfruta con la carroña. Son los. Ana Rosa Quintana, Inda, Marhuenda y Federico Jiménez Losantos… ¿Son periodistas? El periodismo tendría que ser un oficio impregnado de ética. Como señaló el gran periodista Ryszard Kapuscinski: «Las malas personas no pueden ser buenos periodistas». Ella misma se define como persona, con sus recientes palabas, Ana Rosa Quintana, la reina de las mañanas televisivas. El 19 de julio, se celebró en Televisión Española el debate final de la campaña electoral. Los cuatro líderes de los principales partidos políticos (PSOE, PP, Sumar y Vox) estaban invitados a la cita, pero no todos acudieron. Feijóo no asistió debido una lumbalgia. Ante este debate, la gran Ana Rosa Quintana empezó su programa al día siguiente en tono burlesco: 

''Muy buenos días. ¿Usted vio el debate? ¿Qué debate?  Esta señora es imbécil. Lo que se hizo, sino fue un debate, ¿acaso fue una partida de mus? Nos toma a los millones de españoles como gilipollas. Y sigue saliendo todos los días en antena. Siguió diciendo: Los indecisos se fueron a la cama sin haber aclarado a quién van a votar. En RTVE no se movió ni un solo voto, si acaso, un escaño o dos del PSOE a Sumar"."Pedro y Yolanda, Yolanda y Pedro. ¿Verdad, Yolanda? Claro que sí, Pedro. Qué bien lo hemos hecho. Era una parejita enseñando las fotos del viaje de novios al primo Abascal, estragado de tanto azúcar. (...) Eso sí, Yolanda fue la protagonista y la verdad es que estaba bastante despierta teniendo en cuenta que duerme dos horas y se pasa la noche planchando", sentenció Quintana en tono burlesco.

Quiero mantener la compostura. Este es el nivel de degradación de nuestro periodismo. Ni que decir tiene que la mayoría de la prensa capitalina consideró que el gran vencedor de este debate, fue el ausente “Feijóo”. Hace falta ser mendaces, serviles y turiferarios a la voz de sus amos. Este triunfo de Feijóo, me recuerda al Cid Campeador, que seguía ganando batallas después de muerto.

Así se expande el odio. Odio que, cual, si fuera una pandemia, se ha expandido también hacia los españoles, que hemos tenido la osadía de defender el gobierno de coalición. Lo he visto en personas que curiosamente han sido beneficiadas por sus políticas, como algunos jubilados y algunos trabajadores. No hay respuesta razonada, sino una avalancha de insultos y descalificaciones. Incluso personas que parecen moderadas tienen esta actitud. Felicitaría a los promotores si no fuera por las consecuencias tan negativas que ha originado en términos de crispación y división de la sociedad. Se ha acuñado el término de sanchismo que refleja un odio visceral a Sánchez y a sus votantes. El actual rechazo al presidente del gobierno está teñido de «la cólera del español sentado» que bautizó Lope de Vega. Se han utilizado todos los medios para deshumanizar a Pedro Sánchez. Todo vale, si el objetivo es alcanzar el poder. Se han llegado a situaciones tan lamentables, como en una boda una cuadrilla de descerebrados y energúmenos plenos de alcohol cantan eufóricos “Que te vote Xpapote”.  Han conseguido los medios en amplios sectores de la sociedad el vincular a Sánchez con un asesino etarra. Y, para que no quede ninguna duda, en un reciente debate en Atresmedia, el candidato popular recurre en un acto de plena vileza y ruindad al aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco. 

Quizá esta campaña de odio visceral hacia Sánchez esté motivada porque algunos no soportan que otros ejerzan el poder cual si fuera su patrimonio

Quizá esta campaña de odio visceral hacia Sánchez, esté motivada porque algunos no soportan que otros ejerzan el poder, cual si fuera su patrimonio. Tampoco es una novedad en nuestra historia. Lo lamentable es que los españoles somos muy olvidadizos de nuestro pasado. Un país sin memoria es un país a merced del viento, en el que puede ocurrir cualquier cosa, lo cual es gravísimo a la hora de construir una democracia firma y consolidada. La campaña emprendida contra Sánchez desde las derechas políticas y mediáticas es muy semejante a la que hubo contra el gobierno tras el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936. Viene bien mirar a nuestra historia. Un artículo del historiador Eduardo Fernández Calleja, Los discursos catastrofistas de los líderes de la derecha y la difusión del mito del ‘golpe de Estado comunista’ describe los acontecimientos de 1936 entre febrero, con el triunfo del Frente Popular y julio, con el golpe militar. Sorprenden las similitudes de la actuación de la derecha política y mediática de entonces con la actual. Durante la primavera de 1936, los voceros de las distintas formaciones de derechas, José María Gil Robles y, sobre todo, José Calvo Sotelo, en connivencia con la prensa monárquica, como el ABC o El Debate, señalaron la ilegitimidad del gobierno republicano surgido de las elecciones de febrero, cuestionando primero los resultados electorales del triunfo del Frente Popular, y luego denunciando dos aspectos clave e íntimamente relacionados en la mentalidad del conservadurismo español de los años treinta: su incapacidad para resolver el problema del orden público, que fue sobredimensionado por las derechas, y su papel como antesala de una acción revolucionaria de tipo comunista, pura invención de las derechas. Estos procesos de encuadramiento serían clave para conseguir la movilización de amplia base que dio cobertura al golpe de Estado del 18 de julio y legitimó a posteriori al régimen franquista.

Y he votado además de con mucha tristeza, con mucho miedo, porque conozco nuestra historia y sé de lo que son capaces las derechas españolas, cuando se ven desalojadas del poder. Por ende, me vienen a la memoria, entre las numerosas reflexiones de Antonio Machado extraídas de su libro Juan de Mairena, me ha impresionado una, que demuestra además de un extraordinario conocimiento de nuestra historia, una sorprendente visión profética de nuestro futuro. ¡Qué bien conocía la idiosincrasia española! Consecuencia de su profundo amor hacia España. Dice así, es para leerla despacio, con calma y para rumiarla:

«En España —no lo olvidemos— la acción política de tendencia progresista suele ser débil porque carece de originalidad; es puro mimetismo que no pasa de simple excitante de la reacción. Se diría que sólo el resorte reaccionario funciona en nuestra máquina social con alguna precisión y energía. Los políticos que deben gobernar hacia el porvenir deben tener en cuenta la reacción a fondo que sigue en España a todo avance de superficie. Nuestros políticos llamados de izquierda —digámoslo de pasada— rara vez calculan, cuando disparan sus fusiles de retórica futurista, el retroceso de las culatas, que suele ser, aunque parezca extraño, más violento que el tiro».

En una democracia madura y moderna es lógico que haya una alternancia política, es el ADN de la democracia. Y que en esa alternancia se lleven a cabo diferentes políticas, pero siempre respetando determinados principios y valores consensuados. Y el gran problema es que de llegar al gobierno tras el 23 de julio las derechas, determinados derechos alcanzados en estos 40 años de democracia estarán en peligro. Nada más hay que observar lo que está ocurriendo ya en los gobiernos autonómicos y municipales en coalición del PP y Vox. Conquistas fundamentales estarán en peligro si no se renueva el Gobierno de coalición. Incluso corre peligro la democracia. Lo que ya no sé si los españoles somos conscientes de lo que nos estamos jugando. Nada más hay que mirar hacia Polonia, Hungría y a la Italia de Meloni. En este último país en unos meses observamos: ataques brutales a las prestaciones sociales, cuestionamiento de los nuevos derechos civiles, crueldad en la política migratoria… Un Gobierno para los ricos que inocula odio al diferente entre los humildes. Sin cambios legislativos notables, el Estado va perdiendo su función vertebradora de la sociedad y se desliza hacia una función coercitiva, de mantenimiento del orden. Un orden cada vez más injusto. En nuestras manos está el elegir nuestro futuro.

Acabo con unas palabras de Josep Fontana:

“En una ocasión un periodista preguntó a don Ramón Carande, maestro de historiadores: “Don Ramón, resúmame usted la Historia de España en dos palabras”. La respuesta de Carande no se hizo esperar: “Demasiados retrocesos”.

He votado ya por correo, con una profunda tristeza y con mucho miedo