martes. 30.04.2024

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Las elecciones autonómicas en el País Vasco del próximo 21 de abril, según los últimos sondeos, están lo suficientemente reñidas como para hacer pronósticos muy seguros. Pero en cualquier caso sí parece posible que se produzca un cambio sustancial en lo que han sido los gobiernos que ha habido en Euzkadi desde el principio de la democracia.

Y ese cambio podría ser un gobierno progresista sustentado en las fuerzas de izquierda, BILDU, PSE e incluso Sumar y Podemos y ello porque las cosas han cambiado mucho, aunque falta camino por recorrer para garantizar el buen funcionamiento de esa confluencia progresista.

La evolución de BILDU en mi opinión es una de las mejores noticias de la política española en los últimos tiempos, tanto en la Comunidad Vasca como en el ámbito de España. Aun y así sigue levantando reticencias en sectores de la izquierda estatal, por no hablar del profundo odio de las derechas y de buena parte de los medios de comunicación. 

BILDU puede y debe encontrar un espacio de entendimiento y colaboración con las otras fuerzas de izquierda que no son nacionalistas, formando un gobierno de coalición progresista

Es evidente que procesos tan complejos como los vividos por BILDU en los últimos diez o quince años no son nada fáciles y dejan bastantes flecos por cerrar en sus posicionamientos políticos, así como en las actitudes de una parte de sus seguidores. 

Desde luego sin ser lo mismo, yo en la universidad milité en diversas organizaciones de extrema izquierda, por supuesto alejadas del terrorismo, pero de las que me costó tiempo y desgarros alejarme hacia las posiciones del Eurocomunismo que representaba el PCE. Por ello comprendo que la evolución de BILDU no ha sido fácil y la izquierda socialista y alternativa tiene que hacer todo lo posible para estimular que continue ese proceso de transformación. Por ello desde hace bastantes años he mostrado públicamente mi simpatía por Arnaldo Otegui.

Personalmente nunca he compartido el nacionalismo y menos aún hoy día en un mundo globalizado. Es más, creo que el independentismo, sea en Euzkadi o en Cataluña, perjudica el avance de las políticas favorables a los intereses de los trabajadores y beneficia la actividad de las grandes corporaciones económicas y mediáticas de nuestro mundo. 

Pero dicho esto, BILDU puede y debe encontrar un espacio de entendimiento y colaboración con las otras fuerzas de izquierda que no son nacionalistas, formando un gobierno de coalición progresista. Por ello no comparto algunas declaraciones hechas en los últimos días por dirigentes de BILDU ofreciendo un “pacto abertzale” para gobernar juntos PNV y BILDU, con el horizonte a medio plazo de la independencia.

Un acuerdo de esa índole BILDU-PSE, crearía inevitables tensiones entre los socialistas vascos y españoles y el PNV, que podrían llegar a poner en peligro la compleja coalición que hoy sostiene al gobierno de Pedro Sánchez

Siempre he considerado al PNV un partido centrista, moderado, dialogante, constructivo y con políticas sociales a menudo avanzadas. Por ello hasta ahora no me había parecido mal los gobiernos PNV-PSE, aunque los socialistas hayan estado por lo general en posiciones secundarias.

Sin embargo, ahora es el momento de intentar una política de izquierdas, con la fórmula que se considere más oportuna y viable: pacto de investidura, pacto de legislatura, gobierno de coalición… y que no tiene por qué ser beligerante con el PNV.

Quizás BILDU considere que todavía no es el momento de asumir directamente la gobernación de Euzkadi y prefieran esperar una legislatura más de gobierno PNV-PSE, con la colaboración más o menos explicita del propio BILDU. Lo que podríamos llamar un cierto “miedo escénico” de pasar de la ilegalidad hace 20 años a la gobernabilidad, algo que pudiera ser comprensible, dada las complicadas tareas que tendrían que asumir. 

Pero aun y así, en mi opinión no debería dejar pasar la oportunidad de gobernar en el País Vasco.

Claro que para ello necesitan también otra actitud del PSE y a mí no me han gustado mucho declaraciones del candidato socialista a lendakari y de otros dirigentes de su partido. Creo que en los últimos años tanto en el País Vasco, como en Navarra y desde luego en las Cortes generales se han dado pasos importantes en el acercamiento de BILDU y los socialistas, avanzando por el camino de dialogo abierto entre Arnaldo Otegui y el dirigente socialista Jesús Eguiguren.

Como he indicado, los socialistas vascos hicieron bien en su colaboración con el PNV, pero en mi opinión creo que ha llegado el momento de dar un paso adelante, sin duda arriesgado, que va a levantar enormes ataques de la derecha y también por parte de los sectores más conservadores, desfasados y resentidos del PSOE. 

El último eslabón de un posible acuerdo progresista es la participación de PODEMOS y SUMAR, en el hipotético caso de que obtuvieran diputados, algo que desgraciadamente está por ver

Hacer lendakari al candidato de BILDU, por otra parte, un político con una trayectoria intachablemente democrática, y participar de una u otra manera en la gobernación de Euzkadi, permitiría abrir una nueva etapa de políticas claramente progresistas en esa Comunidad y sin duda ayudaría a ir consolidando las posiciones más moderadas y razonables de la izquierda abertzale. 

Es cierto que un acuerdo de esa índole BILDU-PSE, crearía inevitables tensiones entre los socialistas vascos y españoles y el PNV, que podrían llegar a poner en peligro la compleja coalición que hoy sostiene al gobierno de Pedro Sánchez. Aun y así creo que merece la pena intentarlo, buscando en todo caso vías de entendimiento con el PNV.

Y el último eslabón de un posible acuerdo progresista es la participación de PODEMOS y SUMAR, en el hipotético caso de que obtuvieran diputados, algo que desgraciadamente está por ver, pero que si se produce no debería haber ningún obstáculo para lograr ese apoyo de esos dos partidos. 

Por supuesto que ese cambio de rumbo no va a ser fácil, habrá muchos intereses en contra, pero sería la mejor manera de cerrar definitivamente un periodo terrible en la historia del País Vasco y de mejorar más las condiciones de vida de una ciudadanía que tanto ha sufrido en el pasado y que vive en un territorio lleno de posibilidades de progreso.


Después de haber escrito este artículo, han tenido lugar unas declaraciones del candidato de BILDU, en relación al carácter de ETA, muy inoportunas y censurables, que reflejan las contradicciones y dificultades que la izquierda abertzale aún tiene para asumir el pasado. Declaraciones que han generado un amplio rechazo en la mayoría de las fuerzas políticas. En mi opinión, todo ello lamentablemente, va a dificultar la necesaria convergencia política de los partidos de izquierda vascos

El dilema de las izquierdas vascas