La concatenación de proyecciones sobre la economía española acepta pocas matizaciones. Y ante el varapalo que nos espera, urge actuar. Es verdad que la crisis impactará bruscamente sobre la recaudación tributaria por el bajón de la actividad. Y que los ingresos del Impuesto de Sociedades se encontraban ya antes de la actual pandemia un 47% por debajo de los niveles previos a 2008. Pero vivimos tiempos excepcionales en los que hay que hacer lo posible por proteger, tanto a las personas como el tejido productivo y empresarial, constituido básicamente por autónomos y pymes, para amortiguar los efectos devastadores que, según esas previsiones, provocará este virus en España.
Semana tras semana, el Consejo de Ministros va constituyendo un plan de choque que también recoge medidas fiscales de hondo calado. Así, en el del pasado martes se aprobó un nuevo paquete mediante el que el Gobierno “gastará” unos 730 millones en medidas tributarias para aliviar a casi 3 millones de pymes y autónomos.
Por partes. La modificación del pago fraccionado del impuesto de Sociedades para las pequeñas empresas que se hayan visto afectadas por el confinamiento tendrá un coste para las arcas públicas superior a los 260 millones de euros, que servirán para ayudar a más de 1,5 millones de pymes.
De igual modo, el cambio aprobado en torno al pago fraccionado de los autónomos para descontar el periodo durante el que no hayan podido realizar su actividad costará cerca de 470 millones de euros e impactará en más de 1,3 millones de personas.
Otra de las principales medidas que se aprobó en el último Consejo de Ministros fue la posibilidad de que los autónomos en régimen de módulos tributen en estimación directa simplificada, algo que desde Gestha veníamos reclamando desde hace semanas. Máxime en estos momentos, ya que puede evitarse la quiebra de aquellos microempresarios afectados por el cierre de negocios e impedirse que el régimen de módulos les genere cuotas de Renta e IVA a ingresar. No obstante, pensamos que pocos microempresarios utilizarán esta medida, dado que el módulo de renta y de IVA simplificado es de muy escasa cuantía anual.
En cuanto a la supresión del IVA al suministro de material sanitario de productos nacionales a entidades públicas, sin ánimo de lucro y centros hospitalarios, consideramos que, al margen de su coste, se trata de una medida técnica obligada para reforzar el sistema. Algo en lo que deberían centrarse todos los esfuerzos.
Finalmente, respecto a la última de las medidas de corte fiscal que vio luz verde el pasado martes, la que atañe a la rebaja al 4% del IVA a los libros electrónicos y la prensa digital, largamente reclamada por el sector, desde Gestha creemos que, además, puede responder a una razón de conveniencia por la bajada de precios de los dispositivos y a la duración de la situación de confinamiento.
Carlos Cruzado | Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)
